Los escultores tienen un término para referirse a la capacidad del artista de mirar un trozo de piedra en bruto y verlo en su forma final y completa: visión de futuro.
Gutzon Borglum (1867-1941) es un escultor que creó muchas obras de arte públicas destacadas. Probablemente, la más famosa es el Mt. Rushmore National Memorial en Dakota del Sur, Estados Unidos. Su ama de llaves captó la idea de qué significa la visión de futuro cuando miró fijamente los rostros juntos de los cuatro presidentes de los Estados Unidos en la ladera del monte Rushmore por primera vez. Con voz entrecortada, preguntó: «Sr. Borglum, ¿cómo supo que el Sr. Lincoln estaba en esa roca?».
La visión de futuro es también una buena descripción de nuestro Dios que todo lo ve. Él percibe por completo lo que somos y aun más. Ve lo que seremos cuando haya completado su obra y estemos de pie delante de él, santos y sin mancha: la semejanza exacta de Jesús, su misma imagen. El Dios que comenzó esta gran obra en ti seguirá obrando hasta completarla en aquel día en que Jesucristo se manifieste (ver Filipenses 1:6).
¡Nada puede oponerse a Dios! Él anhela tanto nuestra perfección que nada puede ni podrá impedir que complete la obra que empezó hace tanto tiempo.
Si tan solo… si tan solo nos pusiéramos en manos del Escultor Maestro.