Imagina que en tan sólo quince minutos esta vida se acabará.
Todo lo que te parece tan importante se marchitará, y lo único
que importará es si estás listo o no para presentarte ante Dios.
¿Estás listo? Hebreos 9:27 declara esta verdad: «y así como está
decretado que los hombres mueran una sola vez, y después de
esto, el juicio.»
¿Se han abierto tus ojos a la gloriosa verdad que sólo puede
encontrarse en Jesús? Permíteme compartir esta buena noticia
contigo. Comenzaremos con un par de preguntas:
• ¿Quién crees que es Jesús? ¿Crees que Él es el Hijo de Dios?
(Juan 3:16).
• ¿Crees que Jesús vino a este mundo, vivió una vida sin
pecado, y murió en tu lugar para que Dios te pudiera
perdonar? (Romanos 6:23).
• ¿Crees que Él se levantó de entre los muertos, demostrando
que la necesidad de Dios de juicio por el pecado quedó
satisfecha? (Romanos 4:25).
• ¿Reconoces que eres una persona pecaminosa y que, por tu
cuenta, no estás preparado para encontrarte con Dios?
(Romanos 3:23). ¿Crees que Jesús ha provisto la manera?
(Juan 14:6).
¿Qué dirás cuando te presentes delante de Dios y Él pregunte,
«¿Por qué debo permitirte entrar al cielo?» La major respuesta es,
«Bueno, no debes, excepto que estoy confiando completamente
en Jesús. No tengo nada que ofrecer, excepto que creo que Jesús
murió en mi lugar y que Tú aceptaste Su sacrificio a mi favor. No
puedo ganarlo; nunca lo mereceré, pero estoy confiando en Jesús
para mi salvación.»
Juan 1:12 nos asegura que «a todos los que le recibieron, les
dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios.» Puedes estar seguro
que si vienes a Dios bajo Sus terminus, Él nunca te despedirá.
Cuando pones tu fe sólo en Jesús, tus pecados pueden ser
perdonados y la vida eternal puede ser tu esperanza confiada.
Puedes hacer esa elección justo ahora. Si no lo has hecho
— ¡hazlo hoy! —JM