La mayoría de los cristianos hoy no viven una vida cristiana
ferviente. Puede que en algún momento hayan
experimentado una pasión por Dios, pero no saben cómo
mantener ese fuego ardiendo.
Conozco una razón del por qué. Luego de veinte años como
pastor, he observado que las personas cuyos corazones están
apasionados por Dios están rodeados de amistades bíblicas. Sin
amigos, nuestra llama se apaga. Con la influencia fortalecedora de
otra persona, nuestra pasión por Dios arde de manera más
brillante.
Hebreos 10:24 le habla a esta dinámica cuando nos insta
a considerar «cómo estimularnos unos a otros al amor y a las
buenas obras.»
La amistad de David y Jonatán es un modelo de la pasión
«inflamable» por Dios. Si alguna vez hubo una amistad con
todas las de perder, pues ésta lo era. Pero, de su adversidad sale
un poderoso cuadro de cómo podemos alimentar nuestra fe
unos a otros.
Los amigos bíblicos se apoyan unos a otros. Estoy seguro que hubo
muchas largas noches durante su lucha de vida o muerte con el
loco rey Saúl, en las que David quiso rendirse, contraatacar, o
rebelarse contra el Señor. Estoy convencido que una clave para
el éxito de David fue su amistad con Jonatán. Corriendo un gran
riesgo personal, Jonatán se negó a dejar que David pasara por su
crisis solo.
Los amigos bíblicos oran juntos. Con el intenso peligro como
telón de fondo, Jonatán no se mostró con perogulladas humanas
o con consejos mundanos para David. Lo ayudó a llevar sus
problemas al Señor. Él «le fortaleció en Dios» (1 Samuel 23:16).
¿Cuentas con un amigo o dos como Jonatán? Los amigos
bíblicos te ayudan a someterte a la influencia de Dios que moldea
el carácter en tu vida. Vienen a ti en momentos cuando Dios
está usando alguna circunstancia para ayudarte a ajustarte a la
vida de Jesús, y soplan en los carbones de tu fe. Los amigos
bíblicos avivan tu pasión por Dios y tu compromiso para seguirlo
con fuerza.
Tú los necesitas y ellos te necesitan. Mantén tu vida cristiana
ardiendo por Dios, buscando a ese tipo de amigo — y siendo ese
tipo de amigo. —JM