Nunca llegué a entender realmente el concepto de «diferencias personales» hasta que vi a mis propios hijos crecer y convertirse en las personas que habían de llegar a ser. Los cuatro aman a Jesús y han puesto su fe en Él, pero algunas veces creo que es allí donde terminan las similitudes entre ellos.

Bueno,  les gustaban cosas similares cuando estaban creciendo. Por ejemplo, todos participaban en un programa radial llamado «La hora bíblica de los niños». Pero incluso allí veíamos las diferencias entre ellos. Una de ellos era solista, una especie de mini estrella del programa. Otra no cantaba, pero su voz a menudo se escuchaba en los dramas del programa. Una de esas veces interpretó los papeles de dos hermanas gemelas en una historia. La otra se unió al coro, y aunque no tenía la voz de solista de su hermana mayor, cantó en un trío por algunos años. Y luego estaba nuestro hijo, quien no cantaba pero, al igual que la segunda de sus hermanas mayores, interpretó algunos dramas y se escuchó su voz en offpara LHBN.

Todos diferentes, pero todos valiosos. Una de mis hijas fue una estudiante estelar; la otra le tenía alergia a todo lo académico. A otra le encantaban los deportes; el otro apreciaba la música. Una procuraba que todos estuvieran cómodos y felices; al otro no le importaba mucho lo que pensaran los demás.

Multiplica esas diferencias por el número de personas en tu iglesia, o en tu grupo de estudio bíblico, o en tu grupo pequeño y obtendrás una buena ilustración de la familia de Dios. Cada creyente en Jesús ha sido creado de manera única y específica para hacer aquello para lo que Dios lo diseñó. Eso significa que tenemos que aprender a trabajar juntos con personas que no son todo lo parecidas a nosotros que podríamos querer.

A menudo nos encontramos poco dispuestos a asociarnos con personas —incluso con cristianos— que son diferentes a nosotros. Pero esa no es la mejor manera de servir a Dios. Él quiere que nos asociemos con toda clase de personas para hacer aquello para lo que nos ha hecho. Al celebrar las diferencias, lograremos hacer mucho más para la gloria de Dios.  —JDB