Ella parecía tener unos 25 años y estaba conduciendo el auto que me quedaba al lado. Mientras esperábamos que el semá foro cambiara a verde, noté que su boca iba a toda velocidad. Pero en el auto no había nadie más y tampoco vi ningún teléfono móvil. Cuando me atrapó mirándola me miró avergonzada. Había estado hablando consigo misma.
«No hay necesidad de sentirse avergonzada —me dije a mí mismo—. Yo hablo mucho conmigo. Cuando saco a pasear a mi perro por el vecindario, o cuando estoy luchando para arreglar una lámpara, cuando la computadora no coopera, lo cual sucede bastante.»
No importa si hablamos con nosotros mismos o no. Pero lo que sale de nuestra boca sí es significativo. Jesús dijo que «de la abundancia del corazón habla la boca» (Mateo 12:34). Si el tema de conversación siempre somos nosotros, lo que estamos tratando de alcanzar u obtener, nuestro corazón tiene problemas. Nuestra sociedad trata de ayudarnos a pensar en nosotros todo el tiempo. ¿Sabías que si tienes 20 años de edad probablemente hayas visto un millón de anuncios comerciales? Eso es un millón de intentos de hacerte comprar algo que los anunciantes dicen que tienes que tener obligatoriamente.
En Lucas 12, Jesús describió un hombre que tenía una gran cosecha y se dijo a sí mismo: «¿Qué haré, ya que no tengo dónde almacenar mis cosechas? Entonces dijo: Esto haré: derribaré mis graneros y edificaré otros más grandes, y allí almacenaré todo mi grano y mis bienes» (vv.17-18). Concluyó con estas palabras dirigidas a sí mismo: «Y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes depositados para muchos años; descansa, come, bebe, diviértete» (v.19).
¡Eso es lo que se llama un corazón con problemas! Ni siquiera había pensado una vez en el Señor ni en los demás. Y Dios dijo: «¡Necio! Vas a morir esta noche.» Entonces, Jesús enseñó este directo y sólido principio para vivir: «Sé rico para con Dios y no para contigo mismo» (v.21).
Nuestro monólogo gira alrededor de lo que preocupa a nuestro corazón: Dios, las posesiones o nosotros mismos. ¿De qué estás hablando? —DCE