El título de este artículo devocional te produce la imagen mental de una botella moviéndose en las profundas aguas azules, ¿verdad? ¡Prepárate para una imagen distinta!
Un albañil de Inglaterra descubrió una botella con una sorpresa dentro debajo de una chimenea que estaba renovando. Mientras trabajaba en una cabaña en Southampton, Richard Curtis encontró labotella, la cual contenía una nota que decía: «A quienquiera quehalle este mensaje, por favor, envíemelo de nuevo y recibirá una recompensa de 2/6d. Naida Willis, 1955.»
Los 2/6d significan media corona, una antigua moneda de plata usada en el Reino Unido. Naida, que tenía 7 años de edad en ese momento, ahora tiene 55.
Su padre, George Parsons, empezó el misterio en el año 1955. Había estado trabajando en una obra de carpintería en la cabaña, y metió el mensaje en la botella para honrar a su hija. Cuando llegó acasa, colocó la media corona en una caja para protegerla.
Cuando Richard Curtis lo llamó para recoger su tesoro, Parsons se sintió aliviado. «Me alegro de que al final alguien lo haya encontrado. He guardado la media corona todo este tiempo y nunca olvidé la nota que escribí.» Cuando el generoso George escondió su moneda de plata, esperaba que alguien la reclamara algún día.
En Mateo 25 leemos acerca de un hombre que escondió su plata—unos 34 kilos— por una razón muy diferente. Un siervo recibió el dinero para invertirlo para su señor (Mateo 25:24). Pero no tenía fe en su jefe ni estaba seguro de que volvería. En vez de colocar el dinero en un banco para que ganara intereses para su señor, hizo un agujero y escondió el tesoro, esperando que un día pudiera reclamarlo como propio. ¡Grave error!
¿Qué te ha dado Dios que estés escondiendo? Tu tiempo, tus talentos, tus dones y tus recursos son Suyos. Él quiere que los uses fielmente.
No te equivoques. Nuestro Señor, Jesús, volverá un día. ¿Te hallará dándole todo lo que tienes, no guardándolo ni enterrándolo? Ojaláque puedas oírle decir: «Bien, siervo bueno y fiel» (v.21). Es cuestión de fidelidad. —TF