Ha habido algunos tríos fabulosos a lo largo de los años. En la historia griega fueron Sócrates, Platón y Aristóteles. Los romanos tenían a Bruto, Casio y Julio César.
Tal vez formes parte de un trío de jóvenes que son tan buenos amigos que los conocen como «Los Tres Mosqueteros». Comparten intereses y tienen metas comunes y siempre los ven juntos.
El Salmo 99 menciona a tres héroes del Antiguo Testamento que no fueron contemporáneos, pero que se parecían mucho. «Moisés y Aarón entre sus sacerdotes, y Samuel entre los que invocaron su nombre; invocaban a Jehová y él les respondía» (Salmo 99:6). Estos hombres se mencionaron juntos porque tenían una cosa muy importante en común: cada uno de ellos invocaba al Señor en nombre de su pueblo y recibía respuesta.
Moisés intercedió por Israel cuando Dios estaba tan decepcionado y disgustado con ellos que estaba a punto de borrarlos de la tierra (Éxodo 32:11-14). Moisés sacó a Israel de Egipto, por el desierto, hasta el umbral de la Tierra Prometida. La tribu de Leví, de la cual formaba parte Aarón, servía a Dios en el tabernáculo, y posteriormente los levitas siguieron en el templo, intercediendo con sacrificios y oraciones. Samuel fue un profeta y sacerdote de Dios que clamaba a Dios en nombre de Israel y llevaba Su mensaje a los judíos.
A mí que me incluyan. Me gustaría que me identificaran como miembro de este trío de siervos de Dios. Quiero que me conozcan como uno que clama a Dios por los demás. Quiero obedecerle y ver cómo contesta mis oraciones de intercesión. Sería un honor que me nombraran en un trío como ese. —DE
R E F L E X I Ó N
■ ¿Se conoce mi grupo de amigos por su servicio a Cristo? ¿Por orar?
■ ¿Invoco a Dios a favor de los demás?
■ Si mi grupo no se conoce por testificar de Cristo y servirle, ¿por qué se conoce?