«Linus» es un personaje central en la tira cómica Snoopy. Ingenioso e inteligente, aunque inseguro, siempre llevaba una manta de seguridad. Podemos identificarnos con él, ya que nosotros también tenemos nuestros miedos e inseguridades.

El discípulo Pedro sabía algo sobre el miedo. Cuando arrestaron a Jesús, demostró valentía al seguirlo hasta el patio del sumo sacerdote. Pero, luego, mostró temor al mentir para protegerse (Juan 18:15-26), y negó al Señor. Sin embargo, Jesús nunca dejó de amarlo y, finalmente, lo restauró (ver Juan 21:15-19).

El énfasis de Pedro en el amor, en 1 Pedro 4:8, surge de alguien que experimentó el profundo amor de Jesús. Por eso, enfatiza la importancia del amor entre nosotros, al decir: «ante todo». Tras lo cual nos insta: «tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados».

¿Alguna vez necesitaste esta clase de «manta»? ¡Yo sí! Después de sentirme culpable o avergonzado por algo que dije o hice, necesité ser cubierto de la manera que Jesús cubrió a tantas personas en los Evangelios.

Para los seguidores de Cristo, el amor es una manta que debemos dar con gracia y valor para consolar a los demás. No solo seamos receptores de ese amor tan grandioso, sino también dadores.