La seriedad de las promesas a Sonia hicieron que Jonatán titubeara mientras repetía los votos matrimoniales. Pensó: ¿Cómo puedo prometer esto y pensar que es imposible cumplirlo? La ceremonia terminó, pero el peso de su compromiso continuó. Después de la recepción, Jonatán llevó a su esposa a la capilla, donde oró durante más de dos horas para que Dios lo ayudara a cumplir su promesa de amar y cuidar a Sonia.
Los temores de Jonatán se fundaban en reconocer sus debilidades humanas. Pero Dios, quien prometió bendecir a todas las naciones mediante la descendencia de Abraham (Gálatas 3:16), no tiene tales limitaciones.
Para desafiar a su audiencia judeocristiana a ser perseverante y paciente, el escritor de Hebreos recordó la promesa de Dios a Abraham, la espera paciente del patriarca y el cumplimiento de lo prometido (Hebreos 6:13-15).
¿Estás desafiado a confiar en Dios a pesar de ser un ser humano débil y frágil? ¿Luchas con mantener tus compromisos, con cumplir tus promesas y votos? En 2 Corintios 12:9, Dios promete ayudarnos: «Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad». Durante más de 36 años, Dios ha ayudado a Jonatán y Sonia a seguir comprometidos con sus votos. ¿Para qué le pides que te ayude?