El tamborilero es una canción popular de Navidad escrita en 1941. Originariamente, se conoció como Villancico del tambor, y se basa en una tradicional canción navideña checa. Aunque los relatos de Mateo 1–2 y Lucas 2 no hacen referencia a ningún niño que toque el tambor, la esencia de la letra alude directamente al significado de adorar. Habla de un mago que invita a un muchacho a la escena del nacimiento de Cristo; pero, a diferencia de los otros magos, como el chico no lleva ningún regalo, le da lo que tiene. Entonces, toca su tambor, mientras dice: «Interpreté para Él mejor que nunca».
Esto evoca la clase de adoración que describió Jesús al referirse a la viuda y sus dos monedas: «En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos. Porque todos aquéllos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; mas ésta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía» (Lucas 21:3-4).
Lo único que tenía el chico del tambor era su instrumento, y la viuda, sus dos monedas, pero el Dios a quien adoraban era digno de recibir todo lo que tenían. El Señor es digno de todo lo nuestro también, ya que Él dio todo por nosotros.