Desde mis primeros años he cantado «Jesús me ama, lo
sé . . .» Aun cuando he tenido ese conocimiento por largo
tiempo, fue hace tan sólo un par años cuando quedé
pasmado ante esta realidad. Estaba tomando un tiempo libre en
el campamento de la iglesia para descansar y planificar el
siguiente año. Pasé horas mirando lo que Dios mismo había
creado — grandes árboles, un lago sereno, la vida silvestre.
Y entonces sucedió. Dios se encontró conmigo de una
manera tan personal, tan poderosa, y me metió de lleno en el
hecho de que Él me ama. ¿Por qué un hombre adulto necesita
saber que Dios lo ama? Eso es sólo para niños, ¿cierto? ¡Pues no!
Probablemente sabes un montón de cosas acerca del amor de
Dios. Pero sorprendentemente, muchas personas no comprenden
verdaderamente el amor sorprendente, abrumador y personal
de Dios hacia ellas. De hecho, es posible haber conocido a Dios
por décadas y aún así no darnos cuenta de la profundidad de
Su amor por nosotros. La Biblia nos dice que hacer este
descubrimiento a menudo toma algo de tiempo: «Y nosotros
hemos llegado a conocer y hemos creído l amor que Dios tiene
para nosotros» (1 Juan 4:16).
Profundizar en nuestra fe cristiana incluye este proceso de
llegar a conocer y creer en el amor de Dios. Nuestra madurez
también está relacionada con nuestra aceptación de la verdad de
que Dios nos ama — apasionada, eterna, e individualmente.
Piensa en lo que Dios dice en Isaías 43:1-3, «No temas, porque
yo te he redimido, te he llamado por tu nombre; mío eres tú.
Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo, y si por los ríos, no
te anegarán; cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la
llama te abrasará. Porque yo soy el SEÑOR tu Dios, el Santo de
Israel, tu Salvador.»
Llegar a conocer y creer que Dios te ama es como la primera
impresión que alguien que ha nacido ciego tiene del pintoresco
pico de alguna montaña; es como el crescendo de una sinfonía
para alguien que ha nacido sordo.
¡Abre tu alma a la realidad de que Dios te ama! —JM