El periodista de toda la vida, Morton Kondracke, compartió la lucha de su familia con la enfermedad de Parkinson en su libro, Saving Millie(Salvando a Millie). La familia Kondracke intentó muchos tratamientos, esperando hacerle la vida a su esposa Millie más soportable. Pero rara vez respondió ella al tratamiento de la manera usual, y lamentablemente, murió.
Cuando Mort y Millie y sus hijas viajaron al sur para otra operación, el amigo y compañero entendido en política de Mort, Fred Barnes, quien estaba de regreso a Washington, DC, vino para estar con ellos. Pronto, Jerry Leachman, un hombre a quien Mort había conocido en un desayuno de oración, también llegó. Los dos creyentes en Jesús habían venido a apoyar a la familia y orar por Millie mientras ella soportaba su difícil operación. Si bien Mort nunca ha podido aceptar la divinidad de Jesús, ha mantenido una fuerte fe en Dios y estaba agradecido de que sus amigos estuvieran allí.
Mientras esperaban, la hija de Mort, Alex, confrontó a Jerry con respecto a la fe de él, diciendo, «El cristianismo no está en onda. ¡Ustedes tienen un problema de imagen con mi generación!».
Antes de que Jerry pudiera decir algo, Mort respondió, diciéndole a Alex que reconsiderara sus valores: «El que alguien viaje en el asiento de en medio en un avión pagando un precio elevado por el pasaje hasta Atlanta sólo para estar con nosotros, ¡eso es cristianismo en acción!»
Un simple acto de amabilidad. Alguien estaba dispuesto a volar en un vuelo incómodo y sencillo, y eso le dijo muchísimo a Mort — un verdadero aliento para un hombre que estaba buscando entender de qué trataba el cristianismo.
Como seguidores de Jesús, se nos ha mostrado compasión y tenemos una responsabilidad de mostrar compasión a los demás (Colosenses 3:12). Es un ejemplo que Jesús nos dio cuando «anduvo haciendo bien» aquí en la tierra (Hechos 10:38). Cuando un hombre que tenía lepra se acercó a Jesús, Él fue «movido a compasión» y lo sanó (Marcos 1:41). Jesús les devolvió la vista a los ciegos, alimentó a los hambrientos, sanó a los enfermos. No sólo sintió pena por las personas — Él actuó.
Para nosotros, la compasión debe ser más que un sentimiento de pena. La verdadera compasión va unida al amor y nos mueve a la acción. —CK