Imagina este titular: ¡TERRORISTA AFIRMA HABERSE CONVERTIDO AL CRISTIANISMO!

El artículo principal explica el asombroso titular. «El engañoso cerebro de una red terrorista ha conmocionado tanto a enemigos como a correligionarios al proclamar su conversión a la fe cristiana.»
¡Increíble!
Siglos atrás se dio una conversión de semejante magnitud.
Saulo de Tarso era un brillante teólogo judío que creía de todo corazón que la fe cristiana era falsa y debía ser erradicada. El libro de los Hechos registra las amenazas de Saulo contra la Iglesia y sus planes de arrestar y encarcelar a los seguidores de Jesús en Damasco (Hechos 9:1-9). Luego, de repente, el mismo Señor Jesús se le apareció a Saulo en una confrontación milagrosa.

Ese encuentro con Jesús significó un cambio total. Saulo se convirtió en apóstol. Imagina la reacción de los que vieron este cambio radical de corazón y de comportamiento. «Y enseguida [Saulo] se puso a predicar a Jesús en las sinagogas diciendo: Él es el Hijo de Dios. Y todos los que lo escuchaban estaban asombrados y decían: ¿No es éste el que en Jerusalén destruía a los que invocaban este nombre, y el que había venido aquí con este propósito: para llevarlos atados ante los principales sacerdotes?» (Hechos 9:20-21).

Puede que hoy te encuentres con buscadores, personas que sinceramente buscan una realidad espiritual en Jesús. La Biblia afirma que hay quienes están buscando a Dios, pero también dice que el corazón humano se rebela contra la ley de Dios (Hechos 10:1- 28; 17:27; Romanos 1:18-25). Conversión significa transformación de ser rebeldes espirituales a sujetos sumisos en el reino de Dios (Colosenses 1:21-22).

Jesús busca sin cesar incluso a los que tal vez inicialmente se le opongan. Cuando finalmente se rinden a Su voluntad, puede que se sientan tal y como se sintió C. S. Lewis, quien llegó «pateando y luchando» al reino.

¿Conoces a alguien que parezca resistirse al evangelio? Sigue orando. El escéptico de hoy puede llegar a ser el misionero de mañana.  —DF