Nos recostamos contra las lavadoras en el cuarto de lavar del cuartel. Éramos dos soldados de reserva cuyas vidas habían sido cambiadas por una ideología volátil que se encendió el 11 de septiembre de 2001. Mientras nuestras ropas chapoteaban y daban vueltas, conversamos sobre la agitada condición del mundo desde que nos llamaran al servicio activo. Inevitablemente, nuestra conversación tocó el tema de Dios.
Mi nuevo amigo me dijo que compartía mi fe en Jesús. En su ciudad natal había sido un líder de jóvenes. Pero aquí, dijo: «Muchas veces pierdo el enfoque correcto.» Me pareció que su sinceridad era refrescante. Estaba frente a un cristiano honesto a quien no le preocupaba la necesidad de impresionarme.
¿Por qué será que «perdemos el enfoque correcto» tan fácilmente? ¿Cómo podemos disfrutar la victoria espiritual y la paz de Dios un momento, y luego sufrir una desalentadora derrota al momento siguiente?
Amasías, uno de los reyes menos conocidos de la Biblia, logró unas cuantas cosas buenas, pero luego perdió el enfoque rápidamente. Mostró misericordia a los hijos de los asesinos de su padre.
También obtuvo una gran victoria sobre la hostil Edom, un país vecino (2 Reyes 14:3-6).
Sin embargo, Amasías perdió de vista la fuente de su victoria y desafió a Israel, la otra mitad del reino dividido de Dios. El resultado fue una derrota avasalladora (vv.7-14).
En nuestra propia fuerza no vamos a lograr ningún éxito significativo. Sin Dios no tenemos nada. Entonces, ¿cómo podemos mantener el enfoque?
•Leyendo la Biblia. El tiempo que se pasa en la Palabra de Dios debe ser tan esencial para nosotros como nuestro alimento diario.
•Trabajando en tu vida de oración. Si tu mente vaga como la mía, haz tus oraciones cortas, pero ora más a menudo.
•Aprendiendo a apoyarte en el Espíritu Santo todos los dias.
•Buscando amigos cristianos para orar con ellos y rendirse curentas
La vida cristiana no es complicada, pero tampoco es fácil. Jesús dijo que debemos tomar nuestra cruz diariamente y seguirle (Lucas 9:23). Si no estamos haciendo eso, seguro que vamos a perder el enfoque. —TG