Aunque eran fugitivos, sus nombres están cincelados en el fundamento de la historia de los Estados Unidos junto con nuestros héroes. Billy the Kid, Jesse James, Butch Cassidy.
¡Qué bueno ser inmortalizado en el folklore estadounidense!
Bueno, tal vez no. A la edad de 14 años, Billy the Kid iba por la mitad del callejón sin salida que terminó en el cañón del fusil del Sheriff Pat Garrett. A los treinta y pico de años, Jesse James recibió un balazo en la espalda proveniente de otro pandillero. Butch Cassidyfue un verdadero Matusalén del crimen que sobrevivió hasta la edad de 42 años. Entonces conoció a una banda de bolivianos que no apreciaban el glamourde los robos de bancos.
Sus vidas —y muertes— encuentran incontables paralelos hoy y demuestran la verdad de estas afirmaciones proverbiales de la Biblia:«Pero ellos a su propia sangre asechan» (Proverbios 1:18). Jesús dijo aPedro: «Todos los que tomen la espada, a espada perecerán.»
Sin embargo, estos proverbios no parecen sostenerse bajo un escrutinio. Todavía hay personas importantes en el mundo del crimen que mueren de vejez. Los nazis vivieron con lujo durante décadas después de matar a sus propios compatriotas. También lo hicieron los asesinos en masa Joseph Stalin y Mao Tse-Tung.
Pero, ¿no es verdad toda palabra de la Biblia?
Primero, considera el género (el estilo literario) del proverbio. Los proverbios no son promesas; son verdades generales. No todo el que vive con violencia morirá de esa forma. Tampoco mueren de vejez todas las personas buenas.
Segundo, en equilibrio con los proverbios de la Biblia hay preguntas brutalmente honestas, como la del profeta Jeremías: «¿Por qué prospera el camino de los impíos?» (12:1). Y cuando Job, que amaba a Dios, perdió a sus hijos y toda su riqueza el mismo día, aprendió a las malas que en la tierra, el concepto de justicia puede parecer una mentira cruel.
Tercero, a la larga, todos los proverbios de la Palabra de Dios son cien por ciento verdad. Dios juzgará a todo el mundo (2 Timoteo 4:1). «De Dios nadie se burla», escribió el apóstol Pablo. «Todo lo que elhombre siembre, eso también segará» (Gálatas 6:7). Si pudiéramos verla historia desde lo continuo de Dios entenderíamos que ningún ase-sinato queda impune.
Los proverbios de la Biblia no son únicamente dichos brillantes. Son la eterna verdad de Dios servida de tal forma que la podamosdigerir fácilmente. —TG