En 1996, Tupac Shakur, una de las estrellas más brillantes, influyentes y controvertidas del hip hopde los años 90, grabó un álbum doble llamado All Eyez on Me[Todas las miradas están sobre mí].
Del album se vendieron más de cinco millones de copias. Alobservar a Tupac vimos rabia, violencia, encarcelamiento y con el tiempo su propia muerte. Muchos de los que mantenían la mirada en él se desilusionaron dolorosamente.
Existe una Persona en quien debemos mantener la mirada: Jesús. La manera de hacer eso es orando. Cuando nuestras almas están sedientas en el desierto de la vergüenza y la culpa, y fijamos la mira-da intensamente en el Señor por medio de la oración, Él nos colma de una misericordia y bondad compasivas (Salmo 123:1-2).
No sólo fijamos la mirada en el Señor cuando oramos por su misericordia, sino que también buscamos su señal para saber cuáldebe ser nuestra próxima movida en la vida. Puesto que sólo Dios conoce nuestra próxima asignación, es vital que mantengamos la mirada en Él, buscando intensamente su dirección (123:2).
Cuando quitamos la mirada del Señor y la fijamos en alguna cosa o persona, nos estamos arriesgando a la desilusión. En Mateo 14:22-32, cuando Pedro quitó la mirada de Jesús y se centró en las olas, de inmediato comenzó a hundirse. Muchas veces, el resultado de unavisión mal dirigida son sentimientos de terror, inestabilidad y hundimiento.
Si queremos progresar en nuestro andar de fe con Jesucristo debemos fijar la mirada en Aquel de quien depende nuestra fe de principio a fin. Debemos poner «los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de Él soportó la cruz,menospreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios» (Hebreos 12:2).
Cuando la duda, el temor, la culpa y las luchas personales amenacen con abrumarte, mantén la mirada en Él. Así nunca te desilusionarás. —MW