Aparentemente, muchos adultos jóvenes son más sabios que sus padres. Al menos eso es lo que parece indicar una tendencia reciente.

Según un artículo de prensa, al menos 35% de los jóvenes que forman parte de un gran grupo de jóvenes van a la iglesia sin sus padres. Parece que estos adultos jóvenes pasan el domingo en la mañana alimentando su relación con Dios mientras sus padres vegetan en la casa y estudian el siempre inspirador periódico del domingo.

Lo que están descubriendo estos sabios estudiantes es que desean una vida donde haya verdaderas respuestas a sus preguntas, donde tengan la fortaleza del amor de Dios que los apoye, y donde tengan la amistad y el apoyo en oración de otros cristianos.

Un estudiante solía asistir con su mamá a un lugar de adoración donde no se predicaba el evangelio. Entonces un amigo lo invitó a su iglesia y ahora asiste tanto los domingos por la mañana como por la noche. «Estoy aprendiendo más acerca de Dios y lo que significa —dice—. Uso lo que aprendo en la iglesia en casi todas las decisiones que tomo: no consumir alcohol ni drogas, no hacer trampa en los exámenes, lo importante que es perdonar. Es bien bueno estar involucrado en la iglesia.»

Mientras los expertos en todas partes se preocupan y se preguntanqué vamos a hacer para arreglar la generación de hoy, mucha gentede tu edad ya sabe la respuesta. Está encontrando esperanza, amor, aceptación y salvación en Jesucristo… y en su Iglesia.

Piensa en los amigos que has hecho. Tal vez muchos de ellos no vengan de un hogar en el que asistir a la iglesia, adorar a Dios y leer la Biblia sean prácticas familiares. No tengas miedo de ofrecerles las ventajas que has encontrado en tu fe. Invítalos a que vayan contigo a la iglesia. Ofrécete para integrarlos a tu grupo de jóvenes, tu asociación de atletas cristianos o tu pequeño grupo de estudio bíblico.

Muéstrales qué inteligente es hacerse cristiano, aun si son los únicos en su casa.  —JDB