El «Padrenuestro» es mucho más que una serie de peticiones:

•para que venga el reino de Dios•para que se haga la voluntad de Dios

•para que Dios supla nuestras necesidades físicas•para que Dios perdone nuestros pecados

•para que Dios nos libre de la tentación
También está lleno de verdades sobre cómo son las cosas y cómodeberían ser.Por ejemplo, cuando oramos: «Venga tu reino. Hágase tu voluntad,así en la tierra como en el cielo», también estamos comprendiendolas siguientes realidades:

Gran parte de lo que sucede en el mundo no es lo que Diosdesea.Al crear un ser a su imagen y semejanza, Dios hizo unapersona con voluntad para tomar decisiones. La gente podía escogerel camino de Dios o el suyo propio. Nosotros conocemos el tristeresultado: Adán y Eva optaron por seguir su propio camino, el cualse convirtió en el camino del dolor y la muerte que todos heredamos(Génesis 3:1-19).

Estamos viviendo en un mundo que básicamente no funciona.Cuando conocemos esta realidad entendemos por qué suceden cosasmalas. No nos sorprenden las circunstancias negativas de la vida.Podemos y debemos alinear nuestra voluntad con la de Dios.Dios no desea más que el que vivamos conforme a sus buenospropósitos (Filipenses 2:13). Y eso no es porque Dios se vaya abeneficiar;

Él no necesita nuestro acatamiento de su voluntad. Él lodesea porque nos hizo, nos ama y sabe que nos realizaremos sólocuando estemos haciendo aquello para lo que fuimos creados.Estamos hechos para vivir en el reino de Dios. Los caminos deeste mundo deberían ser foráneos para nosotros. Si pasamos lamayor parte de nuestro tiempo tratando de acomodarnos en estelugar caído, cuando venga el reino de Dios eso será revelado comonecedad.

El reino de Dios vendrá. Esa es la promesa que nos da esperanzaen medio de un mundo dañado. Jesús regresará, y el sistema queDios planeó originalmente para nosotros será restaurado (Apocalipsis21:1-7).El paraíso perdido será recobrado y nosotros viviremos allí.  —DO