Justo cuando pensabas que las temidas camarillas de la escuelasecundaria eran cosa del pasado, vas a trabajar y descubres queesos pequeños grupos privados son peores en los lugares detrabajo.

En un artículo del periódico Washington Post, Amy Joyce escribe:«Un empleado sugirió hace poco que el lugar de trabajo es como lasecundaria, con los mismos grupos definidos que nos perseguían enlos años adolescentes.» Comer solo no es muy divertido, ya sea en lacafetería de la escuela o en el comedor de la compañía.

Todos queremos y necesitamos buenos amigos. Pero aunque ungrupo de amigos puede estar abierto a los demás, una camarilla porlo general es cerrada. Mucha gente, incluyendo cristianos,naturalmente se inclinan a ser exclusivos. Pero Dios quiere queexpresemos su corazón de amor a todo el mundo.

Jesús reveló a Dios el Padre como alguien inclusivo que da labienvenida a todo el que le abra su corazón. ¿Recuerdas la historia deZaqueo? Como recaudador de impuestos, sin duda era uno de loshombres más despreciados de la ciudad de Jericó. Hacerse rico aexpensas de los demás raras veces pone a la persona en la lista de«los más admirados». Zaqueo se subió a un sicómoro esperando verde lejos al Hombre que hacía milagros. Cuando Jesús lo vio le dijo:«Zaqueo, date prisa y desciende, porque hoy debo quedarme en tucasa» (Lucas 19:5).

Y todo el mundo aplaudió ¿verdad? ¿Celebraron el maravillosoamor de Dios, que alcanza a aquellos que más lo necesitan? Noexactamente. Más bien murmuraron: «Ha ido a hospedarse con unhombre pecador» (v.7).

Esas palabras, que tenían la intención de ser una crítica hiriente,en realidad fueron un halago para Jesús confirmando que Él estabacumpliendo su misión. Cuando Zaqueo declaró que daría la mitadde su riqueza a los pobres y prometió pagar a todo el que habíadefraudado, Jesús lo vio como evidencia de un corazóntransformado y dijo: «Hoy ha venido la salvación a esta casa …porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que sehabía perdido» (vv.9-10).Si nos hemos vuelto privados y exclusivos en nuestras amistades,es hora de dejar esa mentalidad para que Dios pueda abrir sus brazosa los demás por medio de nosotros.  —DCM