Le han llamado falso, imitador, impostor y «el estafador más gran-de del mundo». Su nombre es Frank Abagnale, y tal vez hayasleído su autobiografía Catch Me If You Can[Atrápame si puedes].Quizás sepas de la nueva película del mismo título que tiene aLeonardo DiCaprio como protagonista. Te asombrarías de los engañosque este tipo llevó a cabo.
Abagnale pasó varios años, de los 16 a los 21, haciéndose pasarpor piloto, médico, profesor, corredor de bolsa e incluso agente delFBI. Estafó bancos con millones de dólares por medio de sus astutasfalsificaciones. Era joven, arogante, bien parecido, encantador… yengañó a mucha gente antes de que lo atraparan. Hoy día, Abagnalees una reconocida autoridad en delitos de guante blanco. Enseña aotros a detectar a los farsantes.
Hay otro impostor que puede llevar a cabo una estafa inclusomejor que Abagnale. También tiene varios nombres: Satanás, Lucifer,el diablo. Se viste «como ángel de luz» (2 Corintios 11:14). Pero laBiblia lo llama homicida y mentiroso: «… El fue un homicida desdeel principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay ver-dad en él. Cuando habla mentira, habla de su propia naturaleza, por-que es mentiroso y el padre de la mentira» (Juan 8:44)
Desde el mismo principio, Satanás se engañó a sí mismo sobre supropia importancia. En Isaías 14 leemos los planes que tenía: «… Subiré al cielo, por encima de las estrellas de Dios levantaré mitrono.… me haré semejante al Altísimo» (vv.13-14). … Has sido derri-bado por tierra…» (v.12).
Este gran farsante en realidad no está interesado en aquellos quecree ya están en su mano, la gente que profesa no creer en Dios. Sudeseo es ver a los cristianos vivir vidas no productivas que no se dis-tingan de los incrédulos. Le gusta cuando nuestra fe en el Señor setambalea. Su mentira mayor es tratar de convencernos (como lo hizocon Adán y Eva) de que en realidad no podemos confiar en Dios. Sipuede crear dudas en nuestra mente sobre el carácter de Dios, sienteun placer malicioso.
Este engañador, el verdadero «estafador más grande el mundo», nosiempre tendrá la libertad que ahora posee. No va a eludir la justiciade Dios. Un día será atrapado, atado y echado en un lago ardiente deazufre (Apocalipsis 20:2, 7-10). Y a diferencia de Frank Abagnale, nohabrá una película que cuente su exitoso engaño. —CK