¿Qué tienen en común la pizza, los eventos deportivosespectaculares y Dios? Que a todos nos hemos referidodiciendo que son ¡MARAVILLOSOS! Yo entiendo perfec-tamente lo que se quiere decir cuando se habla de los dos primerosartículos de la lista. Sin embargo, maravillosoes una palabra que debe-ría reservarse exclusivamente para el Dios todopoderoso.

La palabra maravillosose define en el diccionario de la RealAcademia de la Lengua como «suceso o cosa extraordinarios quecausan admiración». Eso describe el encuentro que tuvo Moisés conla presencia de Dios en el monte Sinaí. Dios captó su atención con lamilagrosa vista de una zarza envuelta en llamas. No sólo eso, sinoque lo asombró cuando pronunció el nombre de Moisés desde lazarza ardiente (v.4).

Muchas veces Dios tiene que hacer algo que no es común paracaptar nuestra atención de manera que nos demos cuenta de quiénes Él y le dirijamos toda nuestra atención. Dios no permitiría queMoisés lo tratara como algo común, trivial u ordinario. Él le dio ins-trucciones a Moisés para que no se acercara más y se quitara las san-dalias porque estaba parado sobre tierra santa (v.5). Después de estasinstrucciones, el Señor se presentó a Moisés y Moisés respondió conel respeto y la maravilla que exigía su encuentro con Dios (v.6). Lamaravillosa presencia de Dios exige una callada reverencia y un res-peto depuradísimo.

¿No sería fantástico pronunciar la palabra maravillosoy que la gentese diera cuenta de inmediato de que uno se está refiriendo exclusiva-mente a Dios?

A mí me gusta la pizza, pero una grande de queso y salchicha noinspira reverencia. Los eventos deportivos soy muy buenos pasatiem-pos recreativos, pero no exigen maravilla y respeto.

Dios creó el mundo entero de la nada, creó la humanidad delpolvo de la tierra, puso en el hombre aliento de vida, y  trajo salva-ción a pecadores como nosotros que no la merecían por medio deJesucristo. Eso es ¡MARAVILLOSO!  —MW