Hay pocas cosas que me gusten más que visitar una librería. No sólo por haber dedicado muchos años de mi vida a trabar en editoriales evangélicas como Portavoz o CLIE, pero principalmente porque es en los libros donde puedo encontrar ayuda para entender mejor la Biblia.

Ahora bien, debemos recordar siempre que no podemos dejar que buenos libros tomen el lugar de la Biblia. Debemos beber de la fuente, y no de los riachuelos que salen de ella.

Martin Lutero dijo “Dios está en todas partes. Sin embargo, Él no quiere que lo busques por todas partes, pero sólo en la Palabra. Léela y le alcanzas correctamente. De lo contrario estarás tentando a Dios y puedes caer en la idolatría. Es por ello que ha establecido un método determinado para nosotros. Este nos enseña cómo y dónde debemos buscarlo y encontrarlo, es decir, en la Palabra.”

Hay muchos lectores de Nuestro Pan Diario que nos preguntan porqué no incluimos los pasajes de las Escrituras en las meditaciones. La verdad es que no lo hacemos porque deseamos que el lector abra su Biblia y los lea allí. De esa manera Dios puede trabajar en tu vida mediante Su Palabra.

Recuerda siempre que aunque Nuestro Pan Diario sea una ayuda cómoda para entender la Biblia, no reemplaza su lectura y meditación.