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Compartir la comida


Un integrante de una organización benéfica contó sobre una mujer que viajó a un país distante a visitar al niño a quien sostenía financieramente. Decidió llevar a ese niñito, que vivía en la indigencia, a comer a un restaurante.


Charco de barro


Un amigo mío me contó una historia sobre su hijito. El niño estaba parado en un charco de barro; entonces, él le dijo que saliera. Sin embargo, su hijo empezó a correr por el charco. «Tampoco corras por ahí», agregó. El niño comenzó a caminar por el agua. Cuando le dijo: «¡Deja de caminar!», el pequeño se puso de puntillas en el agua, mirando desafiante a su papá. El muchachito sabía lo que deseaba su padre, pero no quería hacerlo.


Vida fragante


Estoy agradecido de que Dios me haya dado el sentido del olfato, para disfrutar de las fragancias de la vida. Pienso en cuánto me gusta algo tan sencillo como el aroma refrescante y atractivo de la loción para después de afeitar o el agradable olor del césped recién cortado en primavera. En especial, me encanta sentarme en el patio de mi casa, cuando el delicado perfume de mis rosas favoritas inunda el aire. Y, por supuesto, también está el sabroso aroma de una comida deliciosa.


Cimiento firme


Los terremotos son frecuentes en la región costera del Océano Pacifico, conocida como «Cinturón de fuego». El 90% de los terremotos del mundo y el 81% de los más intensos se producen allí. Me enteré de que muchos edificios de la ciudad de Hong Kong se han edificado sobre granito, lo cual podría ayudar a minimizar el daño, en caso de que ocurra un movimiento de tierra. El cimiento de un edificio es particularmente importante en zonas propensas a estos cataclismos.


Fe sobre roca sólida


Mi esposa y yo tenemos abuelas que han vivido más de 100 años. Al hablar con ellas y sus amigos ancianos, detecto una tendencia casi generalizada en sus reminiscencias: recuerdan con un toque de nostalgia los momentos difíciles. Hablan con agrado de situaciones complicadas, tales como el baño fuera de la casa, y los años de estudio cuando comían sopa enlatada y pan duro durante semanas.


Ven a mí


En 1834, Charlotte Elliot escribió el himno «Tal como soy». Sufrió una discapacidad durante muchos años, y aunque quiso ayudar a reunir fondos para una escuela para niñas, estaba demasiado enferma. Se sentía inútil, y esta angustia interior hizo que comenzara a dudar de su fe en Cristo. Entonces, escribió el himno en respuesta a su vacilación. La clave de su desazón tal vez se expresa mejor en esta estrofa:


El árbol del amor


El sauce tirabuzón se mantuvo erguido en nuestro patio durante más de 20 años. Dio sombra a nuestros cuatro hijos mientras jugaban y refugio a las ardillas del vecindario. Sin embargo, cuando llegó la primavera y no despertó de su sueño invernal, fue hora de cortarlo.


Después, te ríes


Ruido. Vibración. Presión. Energía. El astronauta Chris Hadfield usó estas palabras para describir su lanzamiento al espacio. Mientras el cohete se desplazaba velozmente hacia la Estación Espacial Internacional, el peso de la gravedad aumentaba y se hacía difícil respirar. Cuando pensó que se desmayaría, la nave entró repentinamente en la ingravidez. En vez de caer en la inconsciencia, se puso a reír.


Disfrutar su comida


No tiene que ver con que la mesa sea cuadrada o redonda ni que las sillas sean de plástico o de madera; tampoco importa la comida, si fue hecha con amor. Una buena comida se disfruta cuando apagamos el televisor y los teléfonos celulares, y nos concentramos en las personas con quienes la compartimos.


El propósito del dolor


Pregunté a varios amigos cuál había sido la experiencia más difícil y dolorosa que habían atravesado, y mencionaron guerras, divorcios, cirugías y pérdidas de seres amados. Mi esposa contestó: «El nacimiento de nuestro primer hijo», ya que fue un parto complicado, en un solitario hospital del ejército. Pero, al mirar atrás, agregó que lo considera una alegría, «porque el dolor tuvo un gran propósito».