Ver la mano de Dios
El día que Jack Borden cumplió 101 años, se despertó a la 5 de la mañana, desayunó en abundancia y a las 6:30 ya estaba en su estudio jurídico, listo para empezar a trabajar. Cuando le preguntaron cuál era el secreto de su larga vida, el abogado en ejercicio sonrió y dijo bromeando: «No morirse».