¿Quién es el jefe?
Un día, mientras mi esposa cuidaba a nuestros dos nietos pequeños, ellos empezaron a pelear por un juguete. De pronto, el menor (con tres años de diferencia) le ordenó a su hermano mayor: «¡Cameron, vete a tu cuarto!». Con los hombros encogidos por la reprimenda, el abatido hermano comenzaba obedientemente a escabullirse, cuando mi esposa dijo: «No tienes que irte a tu cuarto. ¡Nathan no es tu jefe!». Esa aclaración cambió todo, y Cam, sonriendo, volvió a sentarse a jugar.