¿Un domingo más?
Un soleado domingo por la tarde, después de regresar de la iglesia, salí a caminar por el vecindario. Un hombre cortaba el césped junto a la acera, y lo saludé con el habitual «hola, ¿cómo estás?». Con tono negativo, respondió: «Es sólo un domingo más». Luego, me pregunté qué había querido decir: ¿Sólo hago mis tareas; cumplo mis obligaciones?