Responder al clamor
Cuando mis nietos eran pequeños, mi hijo los llevó a ver el musical El rey león. Cuando Simba, el león joven, se paró junto a su padre, el rey Mufasa, que había sido asesinado por su malvado tío, el pequeño, asustado y solo, exclamó: «¡Auxilio, auxilio, auxilio!». En ese momento, mi nieto de tres años se paró en su butaca, en medio del silencio del teatro, y gritó: «¡¿Por qué nadie lo ayuda?!».