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¿A Dios no le importa?


¿Por qué al conductor borracho no le pasa nada, mientras que la víctima, sobria, queda gravemente herida? ¿Por qué los malos prosperan y los buenos sufren? ¿Cuántas veces te preguntaste: ¿A Dios no le importa?, tras experimentar situaciones que te generaron mucha confusión?


Sentirse abandonado


En su libro Cartas del diablo a su sobrino, C. S. Lewis registra una conversación imaginaria entre un diablo principal y uno joven sobre cómo tentar de manera apropiada a un creyente. El deseo de ambos es destruir su fe en Dios. «No te engañes —dijo el mayor—. Nuestra causa nunca está tan en peligro como cuando un humano […] contempla un universo del que todo indicio de [Dios] parece haber desaparecido, y se pregunta por qué ha sido abandonado, y todavía obedece».


La brújula divina


Durante la Segunda Guerra Mundial, una pequeña brújula salvó la vida de 27 marineros. Waldemar Semenov, un marino mercante retirado, estaba trabajando como ingeniero asistente en el Alcoa Guide, cuando un submarino alemán salió a la superficie y abrió fuego. La nave fue impactada, se incendió y empezó a hundirse. Semenov y su tripulación bajaron los botes salvavidas al agua y usaron las brújulas de esos botes para llegar hasta otros barcos aliados más cerca de la costa. Tres días después, los rescataron.


Palabras y acciones


El email del alumno de mi clase de redacción en la universidad expresaba urgencia. El semestre estaba por terminar, y, como se había dado cuenta de que necesitaba mejorar sus calificaciones para poder participar en los deportes, quiso hacer algo. Entonces, como no había entregado algunos trabajos, le di dos días para que los terminara y pudiera mejorarlas. Su respuesta fue: «Gracias. Voy a hacerlo».


De tal manera amó Dios…


El 28 de julio de 2014 se cumplieron cien años del comienzo de la Primera Guerra Mundial. Muchos medios de comunicación británicos recordaron con debates y documentales el inicio de aquel doloroso conflicto. Incluso un programa de televisión que se basa en una tienda de Londres incluyó un episodio ambientado en 1914, el cual mostraba a empleados jóvenes que se presentaban como voluntarios en el ejército. Al observar estos ejemplos de sacrificio personal, se me hizo un nudo en la garganta. Eran tan jóvenes, tan decididos, y con tan pocas posibilidades de volver de los horrores de las trincheras.


Los dos osos


Hace unos años, mi esposa y yo pasamos unos días acampando en las laderas de una elevada montaña en un parque nacional. Una tarde, mientras volvíamos a nuestra tienda, vimos dos osos machos dándose puñetazos en las orejas en medio de un pastizal. Entonces, nos detuvimos a mirar.


En la huerta


Mi amor a la agricultura tal vez tenga sus raíces en mis antepasados, quienes dedicaron su vida a esta tarea como un medio para mantener a la familia. Mi padre creció en una granja, y trabajar en la huerta también era su pasión. En mi caso, cultivar plantas que dan flores hermosas y cuidar rosas que llenan de perfume y belleza nuestro jardín es un pasatiempo maravilloso. Si no fuera por las malezas, ¡todo sería perfecto!


Me sostiene


Cuando dejé de viajar en familia con mis padres, raras veces iba a visitar a mis abuelos, los cuales vivían a cientos de kilómetros de casa. Así que, un día, decidí tomar un avión para ir a visitarlos durante un fin de semana largo. Mientras íbamos al aeropuerto para mi vuelo de regreso, mi abuela, que nunca había volado, empezó a transmitirme sus temores: «Ese avión en que viniste era tan pequeño… En realidad, no hay nada que te sostenga allí arriba, ¿no? A mí me daría muchísimo miedo subir a esa altura».


Un perfume y una carta


Cada vez que paso junto a un rosal o a un ramo de flores, no puedo resistir la tentación de acercar una flor a mi nariz para sentir el perfume. El aroma agradable me incentiva y despierta en mi interior sensaciones agradables.


Los planes de Dios


Un oficial del ejército puede tener un plan general, pero, antes de cada batalla, debe recibir y dar instrucciones nuevas. Josué, un líder del pueblo de Dios, tuvo que aprender esta lección. Después de que los israelitas pasaron 40 años en el desierto, el Señor escogió a Josué para que los liderara en la entrada a la tierra que Él les había prometido.