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Tesoros en el cielo


Un cableado eléctrico mal instalado provocó un incendio en la casa que acabábamos de construir. Las llamas la consumieron en una hora, y lo único que quedó fue escombros. En otra ocasión, al volver a casa de la iglesia un domingo, descubrimos que nos habían robado.


La guía de Dios


Hace 100 años, con 41 años de edad, Oswald Chambers llegó a Egipto para servir como capellán de las tropas de la Mancomunidad de Naciones, durante la Primera Guerra Mundial. Lo asignaron a un campamento en Zeitoun, a unos diez kilómetros al norte de El Cairo. La primera noche que pasó allí, escribió en su diario: «Esta [zona] es un absoluto desierto en el corazón mismo de los soldados y una oportunidad gloriosa para los hombres. Es totalmente diferente a todo lo que he estado acostumbrado, y aguardo con interés las cosas nuevas que Dios diseñará y hará».


¡Todos bien y a salvo!


En enero de 1915, la nave Endurance quedó atrapada en el hielo de la Antártida. El grupo de exploradores, liderados por Ernest Shackleton, sobrevivió y pudo llegar en pequeños botes salvavidas hasta la Isla Elefante. Solo les quedaba una esperanza tras estar retenidos en esa isla inhabitada, lejos del trayecto habitual de las naves. El 24 de abril de 1916, veintidós hombres observaban mientras su líder y cinco camaradas zarparon en un pequeño bote hacia una isla a unos 1.300 kilómetros de distancia. Aunque las posibilidades de sobrevivir eran mínimas, desbordaron de alegría cuando, cuatro meses después, apareció un bote en el horizonte y Shackleton exclamó: «¿Están todos bien?». Ellos respondieron: «¡Todos bien y a salvo!».


Preguntas ardientes


Una antigua historia cuenta que un muchachito fue enviado solo al bosque durante una noche de otoño para probar si era valiente. El cielo se oscureció y los ruidos nocturnos llenaron el aire. Los árboles crujían, una lechuza ululaba y un coyote aullaba. Aunque tenía miedo, el niño se quedó toda la noche, tal como lo exigía la prueba. Por fin, la mañana llegó. Allí cerca, vio una figura solitaria… era su abuelo, que lo había estado vigilando todo el tiempo.


¿Para qué preocuparme?


Un hombre se preocupaba constantemente por todo. Sin embargo, un día, sus amigos lo oyeron silbar alegremente y lo notaron llamativamente relajado.


Chequeo espiritual


Para detectar problemas de salud a tiempo, los médicos recomiendan hacer exámenes físicos de rutina. Lo mismo podemos hacer con la salud espiritual, preguntándonos algunas cosas relacionadas con el gran mandamiento (Marcos 12:30) del que habló Jesús:


El amor va primero


Una tarde, mi amiga me mostró una de las tres placas decorativas con las que adornaría la pared de su sala de estar. «¿Ves? Ya tengo la de Amor —dijo, sosteniendo la que llevaba esa palabra—. Fe y esperanza vienen después».


La armonía de nuestra vida


La música afecta a las personas de manera diferente. El compositor la oye en el seno de su imaginación. La audiencia la escucha con sus sentidos y emociones. Los miembros de la orquesta oyen más claramente el sonido de los instrumentos que tienen más cerca.


Palabras imprudentes


Hacía casi media hora que conducía, cuando, de pronto, mi hija empezó a llorar desde el asiento trasero. Cuando le pregunté qué le pasaba, dijo que su hermano le había pellizcado el brazo. Entonces, él se defendió reclamando que lo había hecho porque ella lo había pinchado. Ella, a continuación, explicó que lo había pinchado porque él le había dicho algo hiriente.


Visión nublada

Tengo una amiga que es una jinete experimentada, y me ha enseñado algunas cosas interesantes sobre los caballos. Por ejemplo: a pesar de ser el mamífero terrestre de ojos más grandes, ve poco y distingue menos colores que los seres humanos. Por eso, a veces, le cuesta identificar objetos en el suelo. Cuando ve un tronco, no sabe si puede saltarlo fácilmente o si es una serpiente grande que podría lastimarlo. Entonces, si no está bien entrenado, se asusta fácilmente y tiende a escapar.