Ver el mañana
Me encanta mirar el cielo cuando no hay ninguna nube. Es una parte hermosa de la obra maestra de nuestro gran Creador, que se nos dio para disfrutarla. Imagina cuántos pilotos disfrutarán semejante panorama. Ellos usan varios términos aeronáuticos para describir un cielo perfecto para volar, pero la frase que más me gusta es: «Puedes ver el mañana».
El genio de la basura
Noah Purifoy empezó como artista de «recolección» con tres toneladas de escombros de los vandalismos de 1965 en una zona de Los Ángeles, Estados Unidos. Desde ruedas de bicicletas rotas y bolas de boliche hasta llantas desechadas y televisores dañados —cosas ya inservibles—, él y un colega crearon esculturas que transmitían un enérgico mensaje sobre cómo la sociedad moderna «descarta» a las personas. Un periodista se refirió a Purifoy como «el genio de la basura».
Mentiritas y gatitos
L a madre vio que Elías, de cuatro años, se alejaba corriendo de los gatitos recién nacidos. Ella le había dicho que no los tocara. Entonces, le preguntó: «Elías, ¿tocaste los gatitos?».
Amor revelado
Cuando una serie de carteles rosa que decían «Te amo» aparecieron misteriosamente en un pueblo de Canadá, una reportera local decidió investigar, pero no tuvo resultados. Semanas después, aparecieron otros carteles con el nombre de un parque, una fecha y una hora.
La muerte de la duda
Catalogar a Tomás como «el discípulo que dudó» (ver Juan 20:24-29) no es justo. ¿Cuántos habríamos creído que nuestro ejecutado líder había resucitado? Deberíamos llamarlo «Tomás el valiente», ya que demostró un coraje impresionante mientras Jesús disponía intencionalmente los hechos que llevarían a su muerte.
Mira lo que Jesús ha hecho
El niño tenía solo ocho años cuando le anunció a Guille, un amigo de sus padres: «Amo a Jesús y, algún día, quiero servirlo en otro país». Durante diez años, Guille oró por él mientras lo veía crecer. Tiempo después, cuando este joven presentó una solicitud a una organización misionera para ir a Mali, Guille le dijo: «¡Ya era hora! Cuando escuché lo que querías hacer, invertí un poco de dinero y lo he estado ahorrando para ti, esperando esta noticia emocionante». El corazón de Guille vibraba por ayudar a otros y colaborar para que la gente conociera la buena noticia de Dios.
Yo sé todo
Nuestro hijo y nuera tuvieron que ir de urgencia al hospital porque nuestro nieto tenía neumonía y bronquitis. Nos preguntaron si podíamos ir a buscar a su otro hijo, de cinco años, a la escuela y llevarlo a casa. Con mi esposa, estábamos encantados de poder hacerlo.
Recostado sobre Jesús
A veces, cuando pongo la cabeza en la almohada a la noche y oro, imagino estar recostado sobre Jesús, y me trae a la mente lo que el apóstol Juan dice de sí mismo en la Palabra de Dios sobre la última cena en el aposento alto: «Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús» (Juan 13:23).
El Abogado
Desde una cárcel de Florida, en junio de 1962, Clarence Earl Gideon escribió una nota a la Corte Suprema de los Estados Unidos pidiendo que se revisara su condena por un crimen que no había cometido. Y agregó que no tenía medios para contratar a un abogado.
Lo bueno, lo malo y lo feo
Un amigo querido me mandó un mensaje de texto que decía: «¡Me alegra tanto que podamos contarnos lo bueno, lo malo y lo feo!». Somos amigos desde hace muchos años y hemos aprendido a compartir nuestras alegrías y fracasos. Reconocemos que estamos lejos de ser perfectos, por eso hablamos de nuestras luchas, pero también nos regocijamos en las victorias del otro.