La angustia de la espera
En los últimos años, dos miembros de mi familia recibieron diagnósticos graves. Para mí, la parte más difícil fue la incertidumbre constante. Siempre espero con desesperación una palabra decisiva del doctor, pero, en vez de darnos claridad, a menudo se nos pide que esperemos.
Alabanza en la oscuridad
Aunque mi amigo Mickey estaba perdiendo la vista, me dijo: «Seguiré alabando a Dios cada día, porque ha hecho mucho por mí».
¿Debo perdonar?
Llegué temprano a mi iglesia para ayudar a preparar todo para una actividad, y vi a una mujer llorando al otro lado del salón. Como en el pasado había chismeado sobre mí con crueldad, me apuré a ahogar sus sollozos con una aspiradora. ¿Por qué iba a preocuparme por alguien que no me quería?
El ministerio de la memoria
Experimentar pérdidas y desilusiones puede hacernos sentir enojo, culpa y turbación. Ya sea que nuestras decisiones hayan cerrado puertas o que, de manera inesperada, la tragedia haya invadido nuestra vida, el resultado suele ser lo que Oswald Chambers llamó: «la incalculable tristeza de “lo que podría haber sido”». Por más que intentemos, es imposible reprimir los recuerdos dolorosos.
La regla de los cinco minutos
Hace tiempo, leí sobre una regla de cinco minutos que tenía una madre para sus hijos. Ellos tenían que estar listos para la escuela cinco minutos antes de que fuera hora de salir.
Solo en el espacio
Al Worden, astronauta del Apolo 15, sabía lo que era estar en la luna. Durante tres días, en 1971, voló solo en su módulo de comando, el Endeavor, mientras dos compañeros trabajaban a miles de kilómetros, en la superficie de la luna. Su única compañía eran las estrellas, que lo envolvían con su luz.
Solo un toque
A Kiley le encantó la idea de ir a una zona remota de África oriental para ayudar en una misión médica, pero estaba intranquila. No tenía experiencia médica. Aun así, podía proporcionar primeros auxilios.
Preguntas para Dios
¿Qué harías si el Señor apareciera en medio de tu jornada laboral con un mensaje? Esto le sucedió al israelita Gedeón. «Y el ángel del Señor se le apareció, y le dijo: el Señor está contigo, varón esforzado y valiente. Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto?» (Jueces 6:12-13). Gedeón quería saber por qué parecía que Dios había abandonado a su pueblo.
Amado para siempre
Es casi imposible que haya un día sin que alguien nos desprecie, nos ignore o nos denigre de alguna manera. A veces, el daño es incluso autoinfligido.
Cuando llega la mañana
Era tarde cuando paramos a pasar la noche en una hostería a las afueras de Múnich. Nuestra cómoda habitación tenía balcón, aunque una densa niebla no nos permitía ver en la oscuridad. Pero, cuando salió el sol, la neblina empezó a desaparecer. Entonces, pudimos ver lo que había estado lúgubremente escondido la noche anterior: una pradera tranquila e idílica de un verde exuberante, ovejas pastando con campanillas en sus cuellos, y grandes nubes blancas en el cielo, que parecían más ovejas… ¡ovejas mullidas y gigantes!