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Dos victorias

El rey David se enfrentaba a un enemigo conocido. Años antes, había derrotado a Goliat, el principal guerrero filisteo, matándolo de un piedrazo (1 Samuel 17). Ahora era monarca de Israel, ¡y los filisteos aparecieron otra vez! Oyeron que él era el rey y decidieron atacar (2 Samuel 5:17).

Tiempo para todo

En la década de 1960, la banda The Byrds popularizó la canción Turn! Turn! Turn! [¡Gira! ¡Gira! ¡Gira!]. Subió a la cima de las 100 canciones más destacadas en Estados Unidos y se hizo popular en el mundo entero. La gente parecía cautivada con la letra. No obstante, lo interesante era que, excepto por la última línea, esas palabras eran del libro del Antiguo Testamento llamado Eclesiastés.

Por buena conducta

En el ministerio para niños en mi iglesia, damos tarjetas a aquellos que notamos que se portan bien. Los pequeños las juntan y reciben premios por las buenas decisiones que han tomado. De este modo, tratamos de reafirmar la buena conducta en lugar de concentrarnos en el mal comportamiento.

Saltar la pared

El sargento Richard Kirkland fue un soldado confederado durante la Guerra Civil en los Estados Unidos (1861-1865). Cuando el fracaso del ejército de la Unión durante la Batalla de Fredericksburg dejó abandonados a los soldados en tierra de nadie, Kirkland consiguió permiso para socorrerlos. Con varias cantimploras, saltó la pared de piedra y se inclinó para ayudar al primer soldado. Corriendo gran riesgo, el «Ángel de Marye’s Heights» extendió la misericordia de Cristo a soldados enemigos.

Quedarse quieto

Eric Liddell, conmemorado en la película Carrozas de Fuego, ganó una medalla de oro en las Olimpíadas de 1924, antes de ir a China como misionero. Años después, con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, envió a su familia a Canadá para protegerla, pero él se quedó. Poco después, él y otro misionero extranjero fueron detenidos en un campo de concentración japonés. Tras varios meses de cautiverio, Liddell desarrolló lo que los médicos temían que fuera un tumor cerebral.

¿Quién dice la verdad?

Durante la campaña presidencial de 2012 en Estados Unidos, la cobertura televisiva de los discursos y los debates solía incluir una «verificación de datos», hecha por analistas que comparaban las declaraciones de los candidatos con sus registros de la realidad. ¿Estaban diciendo la verdad o manipulando los hechos para sacar ventaja?

Amados para amar

«El corazón no se juzga por cuánto amas, sino por cuánto te aman los demás». Vi esta cita atribuida al Mago de Oz en una placa en la pared de una tienda de regalos.

Ojos de amor

Muchas personas que asisten a los espectáculos de Marc Salem piensan que puede leer la mente. Sin embargo, él lo niega y dice que no es ni vidente ni mago, sino un observador minucioso de las personas. Le declaró a la escritora Jennifer Mulson: «Vivimos en un mundo que es mayormente invisible para nosotros porque no prestamos atención […]. Yo soy sumamente sensible a lo que la gente emite» (The Gazette, Colorado Springs, Estados Unidos).

El último capítulo

Tengo una amiga que lee primero el último capítulo cuando comienza una nueva novela de suspenso. «Quita la ansiedad de la lectura», afirma. Lo mismo pasa con los creyentes: como sabemos el final de la historia, podemos ser centros de paz en medio del tremendo caos; de calma frente a la tragedia.

¡Maravilloso!

Cuando nuestro avión empezó a descender, la azafata leyó la larga lista con información para el aterrizaje como si estuviera haciéndolo por millonésima vez durante ese día: sin ninguna emoción ni interés mientras anunciaba nuestra inminente llegada. Después, con la misma voz cansada y monótona, concluyó: «Que tengan un hermoso día». La sequedad de su tono contrastaba con sus palabras. Dijo «hermoso», pero de un modo completamente carente de asombro.