Final feliz
La «trama» de la historia bíblica termina más o menos como comenzó. La relación rota entre Dios y los seres humanos finalmente se ha subsanado, y la maldición de Génesis 3 ya no tiene vigencia. Apocalipsis toma prestadas imágenes del Edén para describir un río y un árbol de la vida (22:1-2). Sin embargo, en esta oportunidad, el huerto es reemplazado por una gran ciudad, llena de personas que adoran a Dios. La escena jamás será empañada por la muerte ni la tristeza. Cuando despertemos en el cielo nuevo y la tierra nueva, por fin tendremos un final feliz.
Ver al revés
En la India, participé en reuniones cristianas con leprosos. La mayoría de los avances en el tratamiento de esta enfermedad surgieron del trabajo de médicos dedicados a la obra misionera, quienes estuvieron dispuestos a vivir entre estos pacientes y exponerse a los riesgos de contraer esta temida dolencia. Por eso, las iglesias crecen en la mayoría de las leproserías más importantes. En Myanmar, visité hogares para huérfanos de padres enfermos de SIDA, donde voluntarios cristianos intentan restituir el afecto que esta enfermedad les ha robado. Las reuniones más emocionantes las presencié en Chile y Perú, en las entrañas de una prisión federal. El reino de Dios ha echado raíces entre los pobres, los quebrantados, los oprimidos… lo rechazado de este mundo.
Sublime gracia
Presionado para ingresar a la Marina Real, John Newton fue despedido por insubordinación y se convirtió en traficante de esclavos. Conocido por maldecir y blasfemar, trabajó en un barco de transporte de esclavos durante la época más cruel del comercio transatlántico de esclavos, hasta que, finalmente, llegó a ser capitán.
Creer de antemano
En un campo de concentración alemán, durante la Segunda Guerra Mundial, algunos presos norteamericanos elaboraron una radio casera sin ser descubiertos por los guardias. Un día, llegó la noticia de que los alemanes se habían rendido, lo cual puso fin a la guerra. Sin embargo, por problemas de comunicaciones, los guardias todavía no lo sabían. Una gran celebración estalló cuando corrió la noticia entre los prisioneros. Durante tres días, cantaron, saludaron con la mano a los guardias e hicieron bromas sobre la comida. Al cuarto día, cuando se despertaron, descubrieron que todos los alemanes habían huido. La espera había terminado.
Paranoia revertida
Recuerdo que, en 1991, estaba mirando las noticias por televisión cuando una revolución sin violencia se desató en las calles de Moscú. Los rusos, que habían crecido en medio del totalitarismo, de pronto declararon: «Vamos a actuar como si fuéramos libres», y permanecieron firmes en las calles ante los tanques. El contraste entre el rostro de los líderes dentro de los edificios y el de las masas afuera mostraba quién tenía miedo y quiénes eran libres.
Tomar aire
Los seres humanos nos exponemos a realidades visibles e invisibles: lo natural y lo sobrenatural. Mientras observaba ballenas en la costa de Nueva Zelanda, reflexioné sobre estos dos mundos. Este mamífero descansa en la superficie durante un tiempo, luego respira un par de veces (y crea unos chorros espectaculares) y se sumerge unos 1.500 metros para alimentarse.
Peces temerosos
Descubrí que administrar un acuario de agua salada no es tarea fácil. Tenía que utilizar un laboratorio químico portátil para monitorear los niveles de nitrato y el contenido de cloro. Agregaba vitaminas, antibióticos, sulfato y enzimas. Filtraba el agua a través de fibra de vidrio y carbón.
Sin contar
La obra Amadeus trata de un compositor del siglo xviii que busca entender la mente de Dios. El devoto Antonio Salieri tiene un profundo deseo, pero no el talento, de crear una música inmortal. Lo enfurece pensar que Dios, en cambio, ha derramado en abundancia la mayor capacidad musical hasta entonces conocida sobre el travieso Wolfgang Amadeus Mozart.
Mi papá y yo
Una vez, un amigo mío pasó un día instalando grandes losas de piedra en su jardín. Cuando su hija de cinco años rogó que la dejara ayudar, él le sugirió que cantara para alentarlo. Ella se negó, ya que quería ayudar. Con mucho cuidado, el padre la dejó poner sus manos sobre las piedras mientras las movía.
Una orden importante
Cuando un doctor en leyes le pidió a Jesús que señalara cuál era la regla más importante de la vida, Él respondió: «... amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas…» (Marcos 12:30). En estas palabras, resumió lo que Dios más desea que hagamos.