Invencible en Jesús
El avión militar de Louis Zamperini se estrelló en el mar durante la guerra. «Louie» y dos más estuvieron dos meses a la deriva en balsas, defendiéndose de tiburones, atravesando tormentas, esquivando balas de un avión enemigo, y comiendo peces y aves crudos. Tiempo después, llegaron a una isla donde los capturaron. Durante dos años, a Louie lo torturaron y lo hicieron trabajar como prisionero de guerra. Su historia se relata en el libro Invencible.
Amar a tu enemigo
Me escabullí a una habitación antes de que ella me viera. Anhelaba regañarla, ponerla en su lugar. Aunque su conducta me había molestado, ¡lo más probable era que yo la hubiera irritado aún más!
¿Quién necesita tu apoyo?
A Clifford Williams lo sentenciaron a morir por un asesinato que no cometió. Cada petición para que reconsideraran la evidencia en su contra fue denegada… durante 42 años. Entonces, la abogada Shelley Thibodeau se enteró de su caso, y no solo descubrió que no había evidencia para condenarlo, sino que otro hombre había confesado ser el asesino. A los 76 años de edad, Williams por fin fue exonerado y lo liberaron.
Jesús nos restaura
Aunque Samuel no había hecho nada malo, perdió su trabajo. La negligencia en otra sección generó problemas en los autos que él fabricaba. Después de conocerse sobre varios accidentes, los clientes dejaron de comprar esa marca. La compañía tuvo que reducirse y él quedó sin trabajo. Ese daño colateral no fue justo. Nunca lo es.
¿Quién eres?
El líder de nuestra videoconferencia dijo: «¡Buen día!». Yo respondí: «Hola», pero no lo estaba mirando porque me distrajo mi propia imagen en la pantalla. ¿Así me veo? Observé los rostros sonrientes de los demás y los veía tal cual son. Entonces, sí, debo de ser yo. Tendría que bajar un poco de peso… y cortarme el cabello.
Zona de la muerte
En 2019, un montañista vio su último amanecer desde la cumbre del Everest. Aunque sobrevivió al peligroso ascenso, la altura le afectó el corazón y murió durante el descenso. Un experto en medicina advierte a los montañistas de no considerar que llegar a la cima es el final de la travesía. Deben subir y bajar rápidamente, recordando que «están en la zona de la muerte».
Cambiar a punto muerto
El hombre delante de mí en el lavadero de autos estaba en una misión. Fue a la parte posterior de su camioneta y quitó el enganche para que no trabara los cepillos rodantes. Pagó y se dirigió hacia la cinta automática… pero dejó el cambio en modo avanzar. El empleado le gritó: «¡Ponga punto muerto! ¡Ponga punto muerto!», pero la ventanilla estaba cerrada y el hombre no oyó. En cuatro segundos estaba del otro lado, y la camioneta apenas mojada.
Ventanas
Cerca de la ladera del Himalaya, un turista notó una fila de casas sin ventanas. Su guía explicó que algunos de los pueblerinos temían que los demonios se metieran en sus viviendas, así que construyeron paredes impermeables. Se podía saber cuando alguien había empezado a seguir a Jesús, porque colocaba ventanas para dejar entrar la luz.
Te saqué la nariz
«¿Por qué las estatuas tienen las narices rotas?» es la primera pregunta que las visitas hacen a Edward Bleiberg, curador de arte egipcio en el Museo de Brooklyn.
Vestirse de audacia
Andrés vive en un país cerrado al evangelio. Cuando le pregunté cómo mantiene en secreto su fe, dijo que no lo hace. Lleva un broche que publicita su iglesia, y cada vez que lo arrestan, les dice a los policías que «ellos también necesitan a Jesús». Es valiente porque sabe quién está de su lado.