Saltar en la libertad
Juan, un agricultor, se sintió tan conmovido cuando leyó: «Mas […] vosotros los que teméis mi nombre […] saldréis, y saltaréis como becerros de la manada» (Malaquías 4:2), que oró para recibir vida eterna en Jesús. Como tenía el vivo recuerdo de sus propios becerros saltando de entusiasmo tras salir del confinamiento del establo, Juan entendió la promesa divina de libertad verdadera.
Levantarse otra vez
El corredor olímpico Ryan Hall tiene el récord de la media maratón en Estados Unidos, ya que completó los 21 kilómetros en menos de una hora. Aunque Hall ha celebrado victorias que establecen récords, también conoce la desilusión de no poder terminar una carrera.
Navegar en las tormentas de la vida
El 16 de julio de 1999, el pequeño avión pilotado por John F. Kennedy Jr. se estrelló en el Océano Atlántico. Los investigadores determinaron que la causa del accidente fue un error habitual conocido como desorientación espacial. Este fenómeno sucede cuando, debido a la mala visibilidad, los pilotos se desorientan y dejan de depender de sus instrumentos para que los ayuden a llegar a destino.
El camino de la fe
En 2017, en la etapa clasificatoria entre Estados Unidos y Trinidad y Tobago para la Copa del Mundo, los Socca Warriors asombraron a todos cuando derrotaron a la selección nacional estadounidense —ubicada 56 lugares más arriba en el ranking— con un inesperado 2 a 1, eliminándola de la Copa de 2018.
Una vida destacada
Supe de Catherine Hamlin, una destacada cirujana australiana, cuando leí su obituario. En Etiopía, ella y su esposo establecieron el único hospital en el mundo dedicado a curar a mujeres del devastador trauma físico y emocional provocado por las fístulas obstétricas, una lesión común en el tercer mundo, que puede producirse al dar a luz. A Catherine se le atribuye haber supervisado el tratamiento de más de 60.000 mujeres.
Buscados por el amor
«Le huía noche y día», comienza diciendo el famoso poema del poeta inglés Francis Thompson El lebrel del cielo. El autor describe la búsqueda incesante de Jesús, a pesar de sus esfuerzos por esconderse —o incluso huir— de Dios. Y termina diciendo: «pues buscas el amor, a mí me buscas».
Firme en la verdad
Mi familia vive en una casa de casi 100 años, con unas paredes de yeso de maravillosa textura. Un constructor me advirtió que, para colgar un cuadro, tendría que martillar el clavo a un soporte de madera o usar un sostén de yeso. De lo contrario, era probable que el cuadro terminara en el suelo.
¡Es Jesús!
Durante el popular programa de televisión Americas’s Got Talent, una niña de cinco años cantó con tanto entusiasmo que un juez la comparó con una famosa niña cantante y bailarina de la década de 1930: «Creo que Shirley Temple está viviendo en alguna parte dentro de ti». Inesperadamente, ella respondió: «No, Shirley Temple no. ¡Jesús!».
Nunca solo
«Puede ser una aflicción más desgarradora que el hambre, una enfermedad o la falta de un techo», escribió Maggie Fergusson en una revista. ¿El tema? La soledad. Con ejemplos conmovedores de cómo afecta la soledad, describía el aumento de este sentir que no discrimina estatus social ni económico.
Una corriente poderosa
Entre las numerosas piezas y artefactos que se exhiben en el Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana, en Washington D.C., sobre la verdad de la esclavitud y sus consecuencias, agradecí descubrir la Sala de la Reflexión. Este tranquilo salón tiene paredes translúcidas de vidrios color bronce, con una fuente a la que parece caerle lluvia del techo.