La verdad sobre los mapas
El GPS (sistema de posicionamiento global) es la herramienta más novedosa para ayudar a los viajeros a encontrar la mejor ruta hacia su destino, pero mi esposo y yo todavía viajamos a la antigua usanza: con mapas. Como Jay suele ser el conductor, está preestablecido que yo haga la tarea de copiloto. Por lo general, no tengo problema para orientarme, pero cuando el automóvil está en movimiento, me despista. Aunque sé adónde quiero llegar, no puedo determinar la mejor manera de hacerlo si no nos detenemos para averiguar dónde estamos. Necesito orientarme.
Artículos sin uso
Mi primera bicicleta tenía un solo cambio. Cuando iba rápido o lento, en subida o en bajada, ese cambio hacía todo. La siguiente tenía tres cambios: uno para superficies llanas, otro para subir y un tercero para bajar. La tercera tenía diez, lo que me permitía un rango más amplio de posibilidades. Sin embargo, aunque tenía varias opciones, no las usaba todas cada vez que andaba. Algunas eran mejor para arrancar o ascender; otras eran solo para lograr velocidad; y otras, para pasear. Pero lo importante de aquellos cambios es esto: Aunque no los usaba todos al mismo tiempo, eso no significaba que nunca los necesitaría.
Algo bueno en launiversidad estatal
Cuando hice mi traslado de una universidad cristiana de humanidades a una estatal me llevé una gran sorpresa. Pero no por las razones que podrías pensar. La gran sorpresa no se debió a la promiscuidad sexual en los dormitorios de las residencias de estudiantes, las nubes de humo de cigarrillo que inundaban los pasillos, el abuso de drogas y alcohol…
El costo de vivir
Cuando era joven, pensaba que vivir en la casa de mis padres era sumamente difícil. Al mirar atrás, me hace gracia darme cuenta de cuán ridículas eran mis quejas. Mis padres nunca me cobraron un centavo por vivir con ellos. El único «precio» era la obediencia. Simplemente, tenía que obedecer las reglas, como ser ordenada, amable, decir la verdad e ir a la iglesia. Nada de eso era difícil, pero, aun así, me costaba hacer caso. No obstante, mis padres no me echaron de casa cuando desobedecía, sino que siguieron recordándome que todo eso era para protegerme, no para perjudicarme. Incluso, a veces me imponían reglas más estrictas para protegerme de mí misma.
Palabras en el espacio
Confesión auténtica: Cuando me enteré de que el astronauta Rex Walheim llevaría un ejemplar de Nuestro Pan Diario al espacio en la última misión de la nave espacial Atlantis, me anticipé para ver qué devocionales había escrito yo y que él hubiera leído. La idea de que mis palabras se leyeran en el espacio exterior parecía algo bastante fascinante para esta muchachita provinciana.
La máscara de los caballos
Cerca de donde mi esposo y yo vivimos, hay una granja con muchos caballos. Durante ciertas épocas, estos animales tienen máscaras sobre los ojos. Por mucho tiempo, sentí pena por esos caballos que no podían ver, pero, después, me enteré de que mi suposición sobre esas máscaras estaba equivocada. Están hechas de una malla abierta y se puede ver a través de ellas. Estas mallas impiden el paso de las moscas que les enferman los ojos. Las máscaras no impiden que los caballos vean… ¡evitan que queden ciegos!
Lavar oro
Mientras estábamos de vacaciones en Alaska, visitamos la mina de oro El Dorado, cerca de Fairbanks. Después de recorrer el lugar y ver algunas técnicas de minería de la época de la Fiebre del Oro, pudimos lavar un poco de este precioso mineral. Nos dieron a cada uno un recipiente y una bolsa con tierra y piedras. Después de poner el contenido en la batea, agregamos agua y lo movíamos en círculos para que se desprendiera el cieno, y el oro, que es pesado, se depositara en el fondo. Aunque habíamos visto trabajar a expertos, no tuvimos buenos resultados. ¿Por qué razón? Preocupados por la posibilidad de desperdiciar algo de valor, no queríamos desechar las piedras que no valían nada.
Ojos para ver
Mi primera visión de la tierra prometida desde los montes de Moab fue decepcionante. «¿Ha cambiado mucho desde que los israelitas estuvieron aquí?», le pregunté a la guía mientras mirábamos hacia Jericó. Esperaba que el contraste fuera notorio en comparación con el lado oriental del Jordán. «No —respondió—. Se ha mantenido igual durante miles de años».
Mas Dios…
Howard Sugden, pastor de la iglesia donde yo asistía cuando estaba en la universidad, predicó muchos sermones inolvidables. Después de todos estos años, el mensaje titulado «Mas Dios…» todavía hace que me detenga a pensar cuando leo esas palabras en la Biblia. A continuación, aparecen algunos ejemplos de versículos que me animan haciéndome recordar la intervención justa de Dios en los asuntos humanos:
De falencias a excelencias
El artista James Hubbell dice: «Los errores son regalos». Cada vez que trabaja en un proyecto y algo sale mal, no empieza de nuevo, sino que busca una manera de usar el error para hacer otra cosa mejor. Nadie puede evitar equivocarse, y todos tenemos maneras válidas para lidiar con las falencias. Podemos tratar de esconderlas, de corregirlas o de disculparnos por ellas.