Hora de cambiar
Una vez, un amigo mío me dijo: «En todos estos años, he visto cambiar muchas cosas, ¡y siempre estuve en contra de los cambios!». Quizá exageró un poco, pero muchos coincidiríamos en que los cambios no nos gustan; en especial, si se trata de modificar nuestros hábitos y actitudes.
Amor proximal
Habría sido más fácil comprar un nuevo secador de cabello, pero, como me había propuesto ahorrar un poco, decidí arreglarlo yo mismo. Para aflojar el tornillo que estaba hundido en lo profundo del mango, saqué la herramienta de última generación según el «manual del reparador casero»: mi navaja de bolsillo. Cuando hice presión para girar el tornillo, la hoja de la navaja se dobló… y me cortó el dedo.
Miedo a lo desconocido
¿Alguna vez Dios te pidió que hicieras algo aparentemente irracional o que te llevaba al terreno de lo desconocido? ¿Qué pasaría si te pidiera que rechazaras un largamente ansiado ascenso en el trabajo o una anhelada relación sentimental con alguien? ¿Y si te llamara para ir a un lugar remoto de la tierra o te pidiera dejar que tu hijo le sirva en un sitio lejano?
No hay motivo de alarma
El estruendo de la alarma que provenía desde el interior de la iglesia provocó el pánico en mi corazón. Había llegado temprano un domingo por la mañana porque planeaba pasar un momento de paz y quietud antes del arribo de la congregación. Pero olvidé desactivar la alarma contra robos. Al girar la llave, el estruendo perturbador y molesto llenó el edificio y, sin duda alguna, los dormitorios de los vecinos que estaban durmiendo.
Para librarnos del lodo
Al industrial e inventor cristiano R.G. LeTourneau se lo conoce por sus enormes máquinas removedoras de tierra. A uno de sus productos simplemente se lo conocía como el «Modelo G». Un posible comprador, con la esperanza de dejar perplejo al vendedor, preguntó, «¿Qué quiere decir la “G”?»
El problema de la autosuficiencia
La ciudad de Laodicea tenía problemas con el agua. Una de las ciudades cercanas contaba con fabulosas fuentes termales y otra tenía agua fresca y cristalina. Sin embargo, Laodicea debía aguantarse con un agua tibia y cargada de minerales que sabía a azufre. No era caliente ni fría. Era simplemente asquerosa.
¿Ese es Jesús?
Al entrar en la iglesia un domingo por la mañana, un niñito me miró y le preguntó a su madre: «Mami, ¿ese es Jesús?» Sobra decir que tuve curiosidad por escuchar la respuesta de la mujer. «No —dijo ella—. Ese es nuestro pastor».
Ya he estado allí antes
A la leyenda del béisbol Yogi Berra se le conoce por sus ocurrencias a menudo repetidas, tales como «no ha terminado hasta que haya terminado» y «¡parece que ya he estado allí antes!»
O Criador que cura
Há alguns anos, sofri um sério acidente de esqui e tive um severo estiramento muscular em uma das pernas. Na verdade, meu médico me disse que o estiramento causou sangramento excessivo. O processo de cura foi lento, mas durante aquele tempo de espera me senti maravilhado com o nosso grande Criador (Colossenses 1:16).
Amor ilimitado
Recentemente, um amigo me enviou a história de um hino que eu frequentemente ouvia na igreja quando era menino: