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Articles by David C. McCasland

Acaparar o ayudar

En agosto de 1914, cuando Gran Bretaña entró en la Primera Guerra Mundial, Oswald Chambers tenía 40 años, una esposa y una hija de 12 meses. Al poco tiempo, los hombres se unían al ejército a un promedio de 30.000 por día, a la gente se le pedía que le vendiera sus automóviles y sus caballos de granja al gobierno, y las listas de muertos y heridos comenzaban a aparecer día tras día en los periódicos. La nación enfrentaba incertidumbre económica y gran peligro.

Accesibilidad

Cuando la gente le pregunta a Michael St. Jacques, un sacerdote franciscano, qué ropa usa, él responde: «Se llama hábito». Lleva esta túnica marrón distintiva por un motivo específico. St. Jacques le dijo a la revista Hemispheres: «Nosotros decidimos si queremos vestirla o no, y muchos hacemos un verdadero esfuerzo para usarla porque actúa como un imán. Las personas me cuentan cosas que nunca le dijeron a nadie. Algunas de ellas, completamente desconocidas, me confiesan algo que hicieron hace 30 años y preguntan si Dios puede perdonarlas». Podría decirse que Michael está vestido de «accesibilidad».

Celebración conjunta

Muchas iglesias celebran el primer domingo de octubre como el Domingo de Comunión Mundial. Es una ocasión para conmemorar la Cena del Señor teniendo especialmente presentes a los hermanos en Cristo de todo el mundo. Este día, en el cual estamos en comunión con todos los creyentes, se ha convertido en algo muy significativo para mí.

Ser hospitalario

En el Nuevo Testamento, la hospitalidad es un distintivo de la vida cristiana. Se enumera como una de las características de los líderes de la iglesia (1 Timoteo 3:2; Tito 1:8) y es un mandato para todo seguidor de Jesús, como una expresión de amor (Romanos 12:13: 1 Pedro 4:9). Pero su significado va más allá de que seamos anfitriones bondadosos o de que ofrezcamos nuestra casa a invitados.

Con la ayuda de Dios

La palabra Eben-ezer, que muchas veces vemos en títulos y en nombres de organizaciones cristianas, se refiere a una época en que el pueblo de Israel estaba tratando de recuperar la íntima comunión que anteriormente había tenido con Dios. Samuel, su líder espiritual, les dijo que si dejaban a los dioses extraños y volvían al Señor de todo corazón, Él los libraría de la opresión a manos de sus enemigos, los filisteos (1 Samuel 7:2-3).

Ver la mano de Dios

El día que Jack Borden cumplió 101 años, se despertó a la 5 de la mañana, desayunó en abundancia y a las 6:30 ya estaba en su estudio jurídico, listo para empezar a trabajar. Cuando le preguntaron cuál era el secreto de su larga vida, el abogado en ejercicio sonrió y dijo bromeando: «No morirse».

La persona de la Biblia

Durante una conferencia de líderes de iglesias, en Seattle Pacific University, en los Estados Unidos, el destacado pastor Earl Palmer mencionó una experiencia que configuró su enseñanza y su predicación durante más de medio siglo.

Imposible no cantar

Robert Lowry creía que su mayor contribución a la vida era predicar. Sin embargo, a este pastor del siglo xix se lo recuerda más por su música y sus himnos del evangelio. Lowry compuso la letra o la música de más de 500 canciones, entre las cuales están: «Crucificado fue mi Salvador», «Señor, que tú me ayudes» y «Ve cristiano y predica».

Promesas, promesas

Cuando la gente dice suspirando: «Promesas, promesas», suele ser porque se ha desilusionado de alguien que no cumplió con su palabra. Cuanto más sucede esto, mayor es la tristeza y más profundo el suspiro.

Libertad

Hace mucho tiempo, mi esposa decidió que conducir dentro de los límites de velocidad le da una maravillosa sensación de libertad. Ella me dice: «Jamás necesito un radar que detecte a qué velocidad voy, nunca tengo que frenar cuando veo una patrulla policial ni tampoco me preocupo por la posibilidad de tener que pagar una multa por exceder los límites permitidos». Aun en viajes largos, cuando los kilómetros parecen convertirse en una lenta rutina, ella coloca el control de crucero a la velocidad permitida y disfruta del trayecto. «Además —me recuerda—, es la ley».