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Articles by Cindy Hess Kasper

¿Medicina forense?

¿Buscas una nueva carrera? Piensa en la medicina forense. En el año 2002, la Universidad Tri-State en Indiana añadió un título en ciencias forenses y experimentó una gran sacudida al ver que sus estudiantes cambiaban de asignatura principal.

¿Por qué? En gran parte debido a que muchos estudiantes habían estado viendo programas de TV como CSI [Investigación en la Escena…

Alentadores silenciosos

Una de las cualidades que más admiro en los demás es la capacidad de alentar en silencio y sin ser vistos. Recuerdo una vez que regresé a casa después de estar hospitalizada y encontré que mi amiga Jackie (a quien habían operado unos días antes) me había mandado un libro con promesas de Dios.

El registro permanente

Las siguientes palabras solían infundir miedo en el escolar promedio: «¿Quieres que eso vaya en tu registro permanente?»  Nadie jamás sabía qué archivo polvoriento contenía la gruesa carpeta de papel manila, o en qué profunda catacumba estaba guardada, pero la sola mención de tal registro podía causar terror puro… o al menos un mejor comportamiento.

Por supuesto que fuera lo…

Guardado

Cuando yo nací, mi bisabuelo, Abram Z. Hess, ya había perdido la vista. Era conocido por los hermosos objetos de madera que tallaba en un torno… y también por ser alguien que podía citar muchos versículos de las Escrituras. Él y su amigo Elí solían decirse mutuamente textos de la Biblia. Esa pizca de espíritu competitivo dio como resultado que Elí fuera capaz de citar más referencias, mientras que mi bisabuelo podía recitar más versículos.

Cargas frágiles

Mientras Dolores conducía por un camino rural, notó que un automóvil la seguía muy de cerca. Casi podía sentir la irritación del conductor mientras ella avanzaba con cuidado y lentamente a lo largo de varias curvas.

La Iglesia de Dio

Cuando estuve en Amsterdam hace algunos años visité una magnífica iglesia en el centro de la ciudad. De Nieuwe Kerk (La Nueva Iglesia) se encuentra en la plaza Dam. Tiene un cielo raso dorado, un altar elaboradamente tallado, y alberga un famoso órgano de tubos diseñado por Jacob van Campen, el arquitecto del Palacio Real. La Reina Beatriz fue coronada…

Turno de noche

El primer empleo de Patricio fue trabajar en el turno de noche de un supermercado. Después de la hora de cerrar, él y otros empleados reponían artículos en los estantes. Su jefe les había enseñado a colocar siempre las latas de sopa con la etiqueta hacia adelante, para que pudiera leerse fácilmente. Pero había ido un poco más allá al decir: «Asegúrense de que miren hacia adelante…incluso hasta la tercera lata». Una noche, mientras Patricio ordenaba los estantes, sus compañeros de trabajo empezaron a burlarse, diciendo: «Solo asegúrate de que la primera lata esté colocada correctamente. ¿Quién se va a dar cuenta?».

¿Estás acostumbrado?

Cuando era niña, me quedaba con mis abuelos durante una o dos semanas todos los veranos. Vivían en una calle sin salida que terminaba junto a unas vías del ferrocarril. La primera noche que dormía allí, solía despertarme varias veces con el ruido de los vagones que pasaban o cuando un conductor de la máquina hacía sonar el silbato del tren. Sin embargo, cerca del final de mi visita, me había acostumbrado tanto al ruido que podía dormir toda la noche sin despertarme.

Un territorio desconocido

Yo estudiaba el mapa mientras viajábamos con mi esposo por la costa este de Virginia, en Estados Unidos. Buscábamos un camino que nos llevara hasta el mar. Finalmente, encontré uno y giramos en dirección al sol.

Esperanza para un «embarrador»

Cuando mi esposo construyó una galería delante de nuestra casa, esperaba que algún día un pájaro hiciera allí su nido. Por eso, dejó una inclinación en la parte superior del poste esquinero. Más tarde, nos reíamos orgullosos cuando veíamos que los petirrojos se esforzaban al máximo para apoderarse del lugar para construir un nuevo hogar. Los montones de hierba en el piso revelaban sus malogrados esfuerzos. Sin embargo, después de dos días de lluvia incesante, vimos que había aparecido un nido en el mismo sitio que considerábamos imposible. Debido a la lluvia, la Sra. Petirrojo pudo hacer un poco de argamasa de barro. Entretejiéndolo con ramitas y hierba, nuestra decidida amiga emplumada se había construido un nido nuevo. Había perseverado.