Promesas, promesas
Mi hija menor y yo tenemos un juego al que llamamos «Pellizcadores». Cuando ella sube la escalera, yo la persigo y trato de darle un pequeño pellizco. Las reglas son que solamente puedo pellizcarla (con suavidad, por supuesto) si está en la escalera. Cuando llega arriba, está a salvo. Pero, a veces, no tiene ganas de jugar, y si la persigo, dice enojada: «¡Nada de pellizcadores!». Y yo contesto: «Nada de pellizcadores, lo prometo».
Semillas y terrenos
Si te gusta cultivar calabazas, probablemente hayas oído acerca de la variedad de semillas de máxima calidad de Dill’s Atlantic Giant. Cultivadas en una granja familiar en la región atlántica de Canadá, las calabazas que producen estas semillas han establecido récords en todo el mundo. En 2011, una de ellas marcó un nuevo récord mundial al pesar 825 kilogramos (1.818,5 onzas). ¡Casi 1.000 tartas podrían hacerse con semejante tamaño de calabaza!
Una salvación segura
Se cuenta que la Reina Victoria de Inglaterra se conmovió profundamente durante un culto en una iglesia. Después, le preguntó al capellán: «¿Puede uno estar absolutamente seguro en esta vida de la salvación eterna?». Él no supo responderle, pero un evangelista llamado John Townsend se enteró de la pregunta de la reina y, después de orar mucho, le envió una nota: «Con manos temblorosas, pero con un amor profundo, y porque sé que podemos estar absolutamente seguros hoy de nuestra vida eterna en el hogar que Jesús fue a preparar, ¿podría solicitar a su amabilísima Majestad que leyera los siguientes pasajes de las Escrituras: Juan 3:16; Romanos 10:9-10?».