Obrero olvidado
Gente de todo el mundo conoce el Monte Rushmore, el lugar en Dakota del Sur donde las cabezas de ex presidentes estadounidenses están esculpidas en escala gigante sobre la pared de un acantilado. Sin embargo, mientras millones saben de la existencia de ese monte, relativamente pocos conocen el nombre Doane Robinson: el historiador del estado de Dakota del Sur que concibió la idea de esta magnífica escultura y que dirigió el proyecto. El monumento es admirado y apreciado, pero su precursor es el hombre olvidado detrás de la obra maestra. Su nombre es extensamente ignorado o totalmente desconocido para algunos.
Metas diferentes
En 1945, el golfista profesional Byron Nelson tuvo una temporada increíble. De los 30 torneos en que participó, ganó la asombrosa cantidad de 18, incluso 11 seguidos. Si hubiese querido, podría haber continuado su carrera y quizá haberse convertido en el jugador más grande de todos los tiempos. Sin embargo, esa no era su meta. Lo que buscaba era ganar suficiente dinero jugando golf para poder comprarse una estancia y pasar el resto de su vida haciendo lo que realmente amaba. Por eso, en vez de continuar en la cúspide de su carrera, Nelson se retiró a los 34 años, para convertirse en estanciero. Tenía otros objetivos.
Siempre ahí
Los ingenieros radiales que trabajan en Ministerios RBC estaban preparándose para emitir un programa vía satelital. Estaba todo listo, incluso la red de conexión. Sin embargo, justo cuando estaban por comenzar la emisión, la señal se cortó. En medio de la confusión, los ingenieros trabajaron para reconectar la red, pero no lograron nada. Entonces, les llegó el aviso: el satélite había desaparecido… literalmente. De manera repentina y sorprendente, había caído del cielo. Ya no estaba más.
Hora de crecer
Mientras miraba algunas tarjetas de cumpleaños en una tienda de regalos, encontré una que me hizo reír. El mensaje decía: «Sólo eres joven una vez, pero puedes ser inmaduro siempre». Esa tarjeta estimuló mi sentido del humor. No tener que crecer posee cierto atractivo, como puede atestiguar todo admirador de Peter Pan.
¿De qué se trata?
Hace poco, estaba en un centro de compras repleto de gente y vi una mujer que se abría paso entre la multitud. Lo que me llamó la atención fue el mensaje en la camiseta que llevaba puesta, escrito con grandes letras mayúsculas: lo único que importa soy yo. Su proceder reafirmaba las palabras de su ropa.
Él ya sabe
Un amigo, que es piloto comercial, me contó acerca de un vuelo en el que se enfrentó con un grave problema mecánico, con peligrosas implicaciones. Cuando se produjo esa situación, las luces de alarma de la cabina de mando le informaron lo que ocurría, él monitoreó todo hasta llegar a destino y, finalmente, aterrizaron sin inconvenientes.
¿Confianza en qué?
Mientras recorría una tienda de materiales para el hogar, vi a un hombre con una camiseta color rojo estridente y este melancólico mensaje impreso: «Confianza: Lo que sientes justo antes de entender una situación».
Alguien de mi edad
En un viaje reciente en avión, me preparé para trabajar un poco. Esparcidos sobre la bandeja de mi asiento estaban mi computadora portátil, mi disco rígido de respaldo, mi iPod y otros aparatos que forman parte de un «guerrero del camino» del siglo xxi. Mientras trabajaba, un joven que estaba sentado a mi lado me preguntó si podía hacer un comentario. Me dijo qué alentador era para él, un hombre joven, ver que alguien de mi edad utilizara con tanto entusiasmo la tecnología moderna. Más allá de que tuvo la intención de halagarme, de repente sentí que tenía como 120 años. ¿Qué quiso decir con «alguien de mi edad»?, me pregunté. Después de todo, «sólo» tengo 57.
Retirarse para avanzar
Un amigo mío me contó sobre un retiro de líderes de su iglesia. Durante dos días, ese grupo se reunió en un lugar retirado para dedicar tiempo a la oración, la planificación y la adoración. Mi amigo no sólo se sintió renovado, sino que cobró fuerzas. Me dijo: «Sin duda, este retiro nos ayudará a avanzar en el ministerio de la iglesia».
Las personas correctas
La película El milagro narra la historia verídica del equipo norteamericano de hockey sobre hielo que lucha sin probabilidades por obtener una medalla de oro en las Olimpíadas de 1980. Al principio, muestra al entrenador Herb Brooks seleccionando los jugadores para su equipo. Cuando le da la lista a Craig Patrick, el entrenador asistente, este dice sorprendido: «Te faltan algunos de los mejores jugadores». Brooks responde: «Craig, no estoy buscando a los mejores jugadores, sólo a los correctos».