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Articles by Bill Crowder

Nunca solos

Al haber jugado fútbol en torneos intercolegiales, nunca perdí mi amor por «el juego bonito». En especial, me encanta ver la Premier League inglesa. Una de las razones es la destreza y la velocidad con que allí se juega. Además, me apasiona cómo cantan los aficionados para respaldar a sus amados «bandos». Por ejemplo, durante años, el equipo de Liverpool ha tenido como lema You’ll Never Walk Alone [Nunca caminarás solo]. ¡Qué emocionante que es oír a 50.000 personas que se unen para cantar la letra de esa antigua canción! Tanto para los jugadores como para los aficionados, es estimulante ver que seguirán juntos hasta el fin. ¿Caminar solos? Nunca.

Galería de susurros

La catedral de San Pablo, con su cúpula, en Londres, presenta un interesante fenómeno arquitectónico llamado «la galería de los susurros». Una página web lo explica así: «Se le da este nombre porque una persona que susurra mientras mira hacia la pared de un lado puede ser claramente oída desde el otro extremo, ya que el sonido se traslada de manera perfecta a lo largo de la gran curva de la cúpula».

Dolor o victoria

En un campamento de entrenamiento, los directores técnicos de un equipo de fútbol vestían camisetas con las que buscaban instar a sus jugadores a esforzarse al máximo. La inscripción decía: «Cada día debes elegir: el dolor de la disciplina o la angustia del remordimiento». La disciplina es dura; algo que podemos tratar de evitar. Pero, en los deportes como en la vida, el dolor a corto plazo suele ser el único camino para, a la larga, ganar. Es tarde para prepararse en el medio de la batalla. O estás listo para los desafíos de la vida o te perseguirán los fantasmas del «qué habría pasado si…», «si tan solo hubiera…» o «tendría que haber…» que acompañan el no haberse preparado. Esta es la angustia del remordimiento.

Tiempo de chequeo

Todos los años me hago un chequeo físico: esa visita periódica al consultorio del médico, donde me revisan en profundidad y me hacen todo tipo de estudios. Es algo que puede fácilmente producirnos miedo o darnos ganas de huir. No estamos seguros de cuál será el resultado de los exámenes ni de qué dirán los médicos. Aun así, sabemos que necesitamos esta evaluación para determinar cómo estamos físicamente y qué hará falta a medida que avancemos.

Entrada válida

Durante un viaje para enseñar fuera de los Estados Unidos, a mi esposa y a mí nos negaron la entrada al país donde íbamos, debido a problemas con el visado. Aunque pensábamos que la nación que planeábamos visitar había otorgado correctamente los permisos, los consideraron nulos. A pesar de los esfuerzos de varios funcionarios del gobierno, no se pudo hacer nada. No nos dejaron entrar y nos ubicaron en el siguiente vuelo, de regreso a nuestro país. Ninguna intervención pudo modificar el hecho de carecer de la autorización adecuada para ingresar.

Vestimenta apropiada

Cuando era niño y jugaba al fútbol americano, una de las cosas a las que me costó acostumbrarme fue a todo el equipo deportivo que teníamos que ponernos. Al principio, correr bien con un casco, hombreras y otros elementos de protección puede parecer difícil e incómodo. Pero, con el tiempo, esa vestimenta defensiva se convierte en un amigo cercano, que brinda un resguardo satisfactorio contra las lesiones graves. Cuando un jugador de fútbol se viste, sabe que su equipo está diseñado para protegerlo en la batalla contra un oponente peligroso.

Franelógrafo de Dios

En esta era de nuevas tecnologías de vídeos, podría resultar difícil creer que algunos maestros todavía creen que la mejor manera de representar historias bíblicas es con el antiguo franelógrafo. Recuerdo que, cuando era niño, mis maestras de la escuela dominical usaban esos tableros cubiertos de franela, que les permitían mostrar las figuras recortadas de David, Daniel, Jonás, Jesús y todos los demás personajes. Los franelógrafos las ayudaban a representar en forma artística la esencia de la historia bíblica.

Raíz del problema

Cuando era niño, uno de mis dibujos animados favoritos de la televisión era Tom Terrific [El fabuloso Tom]. Cuando Tom enfrentaba un desafío, se ponía su gorra de pensar y reflexionaba sobre el asunto con su fiel compañero Mighty Manfred [El poderoso Manfred], el Perro Maravilla. Por lo general, la fuente de esos problemas era el archienemigo de Tom, Crabby Appleton. Hasta hoy, recuerdo cómo se describía en el programa a este villano: «Crabby Appleton, podrido hasta la médula».

Mayor compasión

Conocí a mi esposa Marlene cuando estaba en la universidad. Yo me estaba especializando en tareas pastorales y ella estudiaba para obtener su título en educación en escuelas primarias. La primera vez que la vi trabajando con los niños, supe que tenía un talento natural para esa labor. Le encantaban los pequeños, y esto se hizo más evidente cuando nos casamos y tuvimos nuestros propios hijos. Verla con ellos era una lección de amor y aceptación incondicionales. Me quedó bien claro que no hay nada en el mundo que pueda compararse con el tierno amor y la compasión de una madre hacia su bebé recién nacido.

Llanto y gozo

Durante su vida, Golda Meir supo de luchas y de victorias. Como Primera Ministra de Israel, experimentó muchos episodios conflictivos y de fracaso, como así también el gozo esporádico de éxitos y triunfos en la vida del incipiente Estado de Israel. Ella dijo acerca del gozo y la tristeza: «Los que no saben cómo llorar con todo el corazón, tampoco saben cómo reír».