En su libro ¡Stuntman! [Doble de riesgo], Hal Needham reflexiona sobre el hecho de asumir riesgos. Este hombre ha representado peleas a puñetazos, carreras de automóviles a alta velocidad, caminatas sobre alas de aviones en vuelo, caídas de caballos, ¡e incluso se ha prendido fuego! Ha arriesgado su vida para entretener a las audiencias cinematográficas y para distinguirse como un famoso doble de riesgo hollywoodense.
Pablo y Bernabé también fueron «hombres que han expuesto su vida» (Hechos 15:26). Pero su motivación era totalmente diferente, ya que su objetivo era exaltar a Cristo mediante la predicación del evangelio. Como misionero en el Imperio Romano, Pablo enfrentó peligros que terminaron en naufragios, azotes, persecución y encarcelamiento… solo para mencionar algunas cosas (2 Corintios 11:22-30). Pero el apóstol estaba más que dispuesto a asumir esos riesgos para dar a conocer a Cristo.
Muchos creyentes se arriesgan para difundir la buena noticia de Jesucristo. Pero el temor al rechazo hace que otros permanezcan callados. ¿Has estado sentado pasivamente en un rincón, ignorando las oportunidades de compartir el evangelio? Dios ha provisto su Espíritu para capacitarte (Hechos 1:8). Pídele al Señor valentía para hablar y testificar del Salvador. Asumir el riesgo tendrá su recompensa.