¿Sabías que hay una prueba que puedes dar para ver si
Jesús en realidad murió por ti? Es una serie de cinco
preguntas fáciles. Responder «Verdadero» o «Falso» a estas
preguntas, y luego mira la clave de respuestas a continuación.
? V ? F — 1. Nunca he dicho nada que no fuera completa y
totalmente cierto. Nunca he dicho una mentira.
? V ? F — 2. Nunca he mirado las posesiones de otra
persona deseando poseerlas. Nunca he codiciado.
? V ? F — 3. Nunca he tomado algo que no me perteneciera
—ni siquiera un lápiz— de nadie, o alguna compañía u
organización. Nunca he robado.
? V ? F — 4. He honrado a mi padre y a mi madre en toda
forma a cada hora de cada día de mi vida.
? V ? F — 5. Nunca he demostrado orgullo, dicho algún
chisme, o tenido algún pensamiento malo en mi vida.
Clave de respuestas: Si respondiste Verdadero a cada una de
estas preguntas, entonces, amigo mío, tú podrías ser el ser
humano más increíble sobre la tierra. Podrías ser la única persona
por quien Jesús no murió. Mientras que el resto de los seis mil
millones de nosotros somos culpables de pecar y estamos en la
necesidad del perdón de Jesús, tú podrías erguirte sólo como
perfecto, sin la necesidad de ni siquiera una onza de la sangre de
Jesús para perdonarte, justificarte, y prepararte para el cielo. Ahora
bien, todo lo que tienes que hacer es asegurarte de que nunca
jamás hayas pecado en ningún otro modo y que nunca jamás lo
harás. Entonces, seguro que vas al cielo.
¿No parecería un poquito extraño si tú —con todo lo lindo
que eres— tuvieras la bendición de ser la única persona por quién
Jesús no tuvo que morir? Bueno, sería algo más que simplemente
extraño. Sería imposible. La Santa Palabra escrita de Dios ya nos
ha dicho que «NO HAY JUSTO, NI AUN UNO» (Romanos 3:10).
Es verdad. Todos han pecado (Romanos 3:23).
¿Murió Jesús por ti? ¡Será mejor que lo creas! Es hora de
poner tu confianza en Él. Cuando Dios te haga preguntas como
ésas en el juicio, será demasiado tarde. Deja que éste sea el día en
que confiaste en Aquél que murió por ti. —JD