Siempre he pensado que los estudiantes de la secundaria y de la universidad son especiales. Ya que he enseñado en ambos niveles, he llegado a amar el entusiasmo y la apertura de este grupo etario que vive al borde de la independencia. Pero hay un grupo en particular de estudiantes universitarias entre los 19 y 20 años de edad que tienen un lugar especial en mi corazón.
Jessica, Stacey, Grace, Katie, Erin, Andrea, Jenny, Mandy, Tara, Kari, Betsy, Jaclyn, Heather — y varias más. Éstas son las jóvenes que se encontraban entre las amigas más cercanas de mi hija Melissa. Son las amigas con las que hacía deportes, con las que hacía videos tontos, con las que iba al centro comercial, con las que hablaba acerca de chicos, con las que iba en automóvil al McDonald’s, con las que estudiaba, y con las que planeaba el futuro. Y muchas de ellas son las amigas con las que pasó su último día en la tierra —el 6 de junio del 2002— el día que Dios escogió para que ella entrara en el cielo.
Me encanta estar con estas muchachas porque comparten tantas de las características de Melissa — su amor por la vida; su sonrisa abierta y bella; su libertad llena de gracia que viene con la fe; su exuberancia; el gozo puro de su amistad. Estar con ellas me recuerda intensamente a mi hija. Son tan parecidas a Mell. Cuando me siento y hablo con estas jóvenes, de algún modo me siento conectado a Melissa de una manera consoladora.
Es posible que nosotros les ofrezcamos a los demás una sensación de conexión similar con Jesús si vivimos abierta y gozosamente de una manera que lo emule. Podemos irradiar las características de Jesús de un modo que hará que las personas sientan como si, en un sentido, hubiesen estado con Él.
Jesús amó en sacrificio. Jesús se preocupaba por los feos. Jesús obedecía al Padre. Jesús vivió humildemente. Jesús oró con seriedad. Jesús satisfizo necesidades desinteresadamente. Jesús protegía el santo nombre de Dios. Jesús servía. Jesús lloraba. ¿Podemos esforzarnos para ser como Él?
La próxima vez que estés con un grupo de personas, piensa en cómo puedes reflejar las características de Jesús. Y luego observa cómo responden. Sé un amigo que vive una vida como la de Jesús para los demás. —JDB