Es la Semana de la Libertad en nuestra biblioteca pública local. Se han exonerado todas las multas por cualquier material con fecha de devolución vencida que se devuelva durante este período de siete días. No se hacen preguntas. No importa cuánto tiempo se haya tenido el material, sólo hay que devolverlo.
La última Semana de la Libertad de la biblioteca se celebró hace 16 años, así que es obvio que este período de perdón es una excepción, no una tradición. Y más que un acto de compasión, es un medio de reclamar algunos de los 6.000 artículos cuya fecha de devolución se venció hace más de 60 días. Pero hay un límite de tiempo. Cuando la oferta termine el sábado, se volverá a las multas como siempre, y los clientes que deban más de $25 pronto recibirán noticias de parte de una agencia de cobranzas.
Cuando considero la era de la gracia de Dios en la que vivimos, es fácil imaginarla como un gran evento de amnistía durante el cual cualquiera puede recibir perdón en cualquier momento por cualquier cosa mala que haya hecho. En cierto sentido, eso es cierto. En Jesús «tenemos redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas de su gracia que ha hecho abundar para con nosotros. En toda sabiduría y discernimiento . . .» (Efesios 1:7-8).
Pero en la realidad, la oferta sólo está disponible hoy, porque hoy es todo lo que tenemos. Esperamos seguir aquí mañana, pero ninguno de nosotros puede tener la certeza de ello. Tampoco podemos estar seguros de que estaremos dispuestos a buscar el perdón de Dios otro día.
Ignorar a Dios e ir por nuestro propio camino de manera deliberada es como una anestesia espiritual que adormece nuestra sensibilidad a Dios y entumece nuestra conciencia en cuanto a su bondad. El autor de Hebreos advirtió: «Tened cuidado, hermanos, no sea que en alguno de vosotros haya un corazón malo de incredulidad, para apartarse del Dios vivo. Antes exhortaos los unos a los otros cada día, mientras todavía se dice: Hoy; no sea que alguno de vosotros sea endurecido por el engaño del pecado» (Hebreos 3:12-13)
Hay perdón de pecados y libertad de su poder al volvernos a Jesús en fe. Ahora es el tiempo de responder. —DCM