Puede que el período entre el 1ro. de enero y el Campeonato Anual de Fútbol Estadounidense (Super Bowl), que es el 6 de febrero, sea la temporada deportiva más corta del año. Ese es el tiempo que duran los buenos propósitos de muchas personas de mejorar su dieta y hacer ejercicios con regularidad. Del total de los que comienzan su membresía en un gimnasio en el año nuevo, un número sorprendente de ellos desaparece del gimnasio en el transcurso de los 60 días siguientes. Según un profesor de psicología de California, es más conspiración que coincidencia.
James Sallis, de la Universidad Estatal de San Diego, dice que los anuncios que promueven el Campeonato Anual de Fútbol Estadounidense alientan a las personas a sentarse frente al televisor por un mínimo de tres horas mientras «comen aquello que juraron no comer y beben lo que juraron no beber». Él considera que esto refleja una tendencia mayor de la sociedad de simplemente no recompensar la actividad física. «Desde los televisores y las películas hasta los automóviles, las enormes industrias no ganan dinero cuando hacemos ejercicios, y nos presionan para hacernos sedentarios», dice Sallis.
Pero algunos clubes de la salud están respondiendo al ataque. Sus empleados siguen la pista a los nuevos miembros y los llaman con regularidad para ver cómo les está yendo. Cualquiera que pasa 21 días sin ir al club recibe una llamada telefónica en la que le ofrecen ayuda para volver a comenzar.
Todos necesitamos ánimo con nuestras mejores intenciones, y esto incluye nuestro deseo de vivir como seguidores de Jesús. La Biblia dice que la vida cristiana es un esfuerzo comunitario, no una búsqueda solitaria, y se nos manda dar y recibir apoyo espiritual: «Y consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca» (Hebreos 10:24-25).
Puede que seas la mejor persona para animar a un nuevo cristiano que acaba de comenzar a caminar por fe. Y si algún amigo te pregunta acerca de tu relación con Jesús, acepta la pregunta como una preocupación amable. Todos debemos trabajar juntos para vencer la conspiración del sofá espiritual que nos insta a desertar y a tomarlo con calma. —DCM