Los sitios en línea para ofrecer viajes están haciendo un gran negocio. Las reservas de vuelos y hoteles en la Internet son fáciles, y por lo general menos costosas. Puedes reservar un crucero en Alaska, una aventura en el Amazonas, un safari en el África o una caminata por Australia desde tu propia computadora. Y si alguno de esos sitios para viajes alguna vez resuelve cómo añadir una opción para viajar en el tiempo, ¡la industria del turismo nunca será la misma!
¿Puedes imaginar viajar en el tiempo para ver a verdaderos gladiadores luchar hasta la muerte? ¿Cabalgar por las estepas con Atila el Huno? ¿Presenciar la coronación de la reina Victoria? ¿Y cruzar el mar Rojo con los israelitas? ¿Ayudar a que caigan los muros de Jericó? ¿O caminar por las calles de Belén la noche en que la Paz vino a la tierra en forma de bebé?
Sin el nacimiento de Jesús en este itinerario de viaje en el tiempo, probablemente Belén no vería a muchos turistas que viajan en el tiempo. La virgen, el pesebre, los pañales y el Creador encarnado dieron a Belén notoriedad en la historia como nadie jamás podría haberlo hecho. Pero la llegada del Mesías era esperada por aquellos que conocían las profecías.
El profeta Miqueas puso a Belén en el centro de la atención cuando escribió: «Pero tú, Belén … de ti me saldrá el que ha de ser gobernante en Israel.… Y Él se afirmará y pastoreará su rebaño con el poder del SEÑOR.… Y Él será nuestra paz» (5:2-5). Este antiguo anuncio para viajes señaló el camino hacia una ciudad pequeña que sería la cuna del Rey de reyes y Señor de señores.
Haz una viaje a Belén en tu mente esta Navidad. Vuelve a leer los relatos del nacimiento de Jesús, o tal vez, léelos por primera vez. Imagínate junto a los pastores cuando éstos recibieron el mensaje celestial de que el Mesías había llegado. Imagina cómo habría sido estar junto al pesebre esa noche… mirar al pequeñito Hijo de Dios. El Bebé de Belén nació por ti. —TC