Los sociólogos y anunciantes están prestando mucha atención a la cada vez mayor búsqueda de autenticidad entre un gran segmento de la sociedad en todo el mundo. Comentando sobre esta tendencia, Gina Piccalo escribió en el periódico Los Angeles Times: «Nuestras vidas, obligadas por las paralizaciones totales del tráfico y el estar despatarrados, el aire acondicionado y los antidepresivos, los juegos de video y la anomia de la Internet, carecen de las botellas de leche a la entrada de la casa y del olor de pan horneado en casa que en nuestra mente resultan en una experiencia auténtica.»

¿Cuántas palabras se te ocurren que signifiquen lo mismo que «real»? Un diccionario de sinónimos y antónimos probablemente ofrezca la siguiente lista de sinónimos: genuino, efectivo, auténtico, serio, objetivo, válido y verdadero. Entre los antónimos se encontrarían: falso, farsante, fingido, de imitación y poco sincero.

¿Qué es lo valioso: lo real o lo falso? ¿Qué es lo deseable: lo genuino o lo falso? ¿Qué es lo que más se busca: lo auténtico o la imitación? La mayoría de las personas prefieren lo real, ya sea que se trate de mercadería o de experiencia. Los viajes espaciales virtuales son divertidos; un viaje en el trasbordador espacial sería algo asombroso.

Jesús caminó sobre esta tierra con autenticidad como distintivo de su vida. Afirmó ser «el camino, y la verdad, [la realidad] y la vida» (Juan 14:6).

Constantemente instaba a sus seguidores a que no imitaran a los que Él llamaba hipócritas, personas que vivían como actores sobre un escenario. Tres veces en Mateo 6 dijo: «No seáis como los hipócritas», cuando hagan el bien (v.2), cuando oren (v.5), cuando ayunen (v.16). Los que aparentaban sólo querían ser vistos y aplaudidos por los demás. En vez de buscar a Dios desde sus corazones, estaban montando un espectáculo.

Mateo 6 trata del fiel cuidado de Dios por nosotros y nuestra respuesta a Él. El versículo 33 es una maravillosa promesa de que Él satisfará nuestras necesidades materiales, pero también es un llamamiento a una vida auténtica: «Macera tu vida en la realidad de Dios, en la iniciativa de Dios y en las provisiones de Dios. No te preocupes pensando que estás desperdiciándote. Descubrirás que todas tus preocupaciones humanas cotidianas son satisfechas» (Mateo 6:33, The Message).

Cuando estemos listos para entregar nuestro corazón a Jesús y seguirle, Él estará listo para ayudarnos a hacernos reales.  —DCM