A principios del mes en que empieza la primavera, una amiga mía comienza la cuenta regresiva. En el calendario que tiene en su oficina, estaban marcados los 20 días que faltaban para que llegara la nueva estación del año. Una mañana, cuando la vi, comentó: «¡Solo faltan 12 días!». Unos días después, exclamó: «¡Quedan solo seis!». El entusiasmo que tenía se me empezó a contagiar, y yo también me puse a contar cuánto faltaba. «¡Jerrie, solo quedan dos días!». «¡Sí, ya lo sé!», me dijo con alegría.
Como creyentes, tenemos algo para esperar con ansia, que es aun más emocionante que anticipar la aparición de las flores y el cálido esplendor del sol después de un frío invierno. Dios prometió muchas cosas en Su Palabra, y cada una de esas promesas se cumplió o se cumplirá. Pero una de las más importantes es la seguridad de que Cristo volverá. «Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; […]. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor (1 Tesalonicenses 4:16-17).
Aunque nadie puede saber el día exacto, Dios nos prometió que Jesús regresará (Hechos 1:7-11). Mientras nos preparamos para celebrar la Pascua, ¡estimulémonos unos a otros anticipando ese día!